El libro pone el foco en una parte de las memorias del artista sevillano, que es como si pusiera una "cámara que va siguiendo a los personajes, de forma extremadamente indiscreta: una de las grandezas del libro", ha dicho el editor Jorge Herralde.
El editor ha subrayado que este volumen de memorias --no ha descartado que pueda publicar otros-- ya es libro de referencia y un "testimonio indispensable y divertidísimo" del jolgorio barcelonés que se encontró Nazario a su llegada a la capital catalana en 1972.
Se ha referido a Nazario como la "vedette mediática en España", que llegó a la capital catalana desde Sevilla para iniciarse en las artes del cómic, y se sumergió en la Barcelona contracultural y canalla de los últimos años del franquismo y primeros años de la transición.
La historia se centra en los años 70, pero también alcanza los 80 y principios de los 90, quedándose a las puertas de la Barcelona Olímpica, en que se hizo la "operación de 'Barcelona, posa't guapa", ha rememorado la artista, que ha hablado del punto de inflexión que supuso este acontecimiento deportivo.
"Durante mi vida he tocado muchos temas", ha dicho Nazario, de 72 años, que ha añadido que ha sido tocador de guitarra flamenca, dibujante de cómics --como 'Turandot' y 'Ali Baba y los 40 maricones'--, pintor, y ahora se dedica a la fotografía y la escritura.
"Cuando hago una cosa me entrego a ella totalmente y cuando lo dejo, lo hago de forma radical", ha confesado Nazario, que le entregó la guitarra a Sisa y desde entonces no ha tocado ni una nota y ahora se plantea lanzar la tercera parte de 'Anarcoma' con un guión novelado por él, pero sin dibujos porque no quiere volver a este pasado.
SIN DRAMATISMO
En esta autobiografía, Nazario ha tenido que profundizar e investigar sobre los hechos y las fechas, recurriendo a cartas, postales y materiales de la época que contrarrestaran su "escasa memoria", ha contado.
Sin caer una idealización o mitificación de esos años, el artista recrea la historia "sin dramatizar" los estragos que provocaron el sida, los suicidios, la droga y la represión policial en ese momento, en que compartió grandes momentos con el artista José Pérez Ocaña.
"MOMENTO INSÓLITO"
Se ha referido a Ocaña como un animal teatral por encima de su valor artístico y pictórico, y de él cuenta en el libro una anécdota sobre la detención de ambos por la policía y el apoyo recibido por homosexuales y travestis, en lo que ha definido como un "momento insólito", como también lo fueron las primeras manifestaciones de homosexuales en La Rambla.
"El nacimiento del movimiento de liberación homosexual, creado poco antes en Inglaterra, se vio en los años 70 en Barcelona", lo que generó una mentalidad más abierta.
MARISCAL Y BARCELÓ
Ha admitido tener la sensación de ser un "superviviente", y ha dicho que en el libro describe las anécdotas de dominio público de su generación, entre las que también figuran historias de Miquel Barceló y Javier Mariscal, y se ha dejado algunas historias incómodas en el tintero por prudencia.
Se ha definido como un "progre intelectual de izquierdas" que hubiera podido encajar con el movimiento de la 'Gauche divine', por sus ideas, pero no llegó a coincidir porque su actividad artística la centró en el casco antiguo.
Preguntado por el fenómeno turístico, ha cargado contra la estandarización y devastación del centro de las grandes ciudades, y lo ha calificado como el "caballo de Atila que arrastra todo lo que va pisando".
A finales de este mes inaugurará en Córdoba una exposición sobre su trabajo, que ya llevó a la ciudad en los años 90 para escándalo de muchos; ahora tiene ganas de ver si la mentalidad de la población ha cambiado, ha dicho satisfecho.
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