Puigdemont elogia la Festa de Gràcia como ejemplo "elocuente de la vocación" de Catalunya

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha elogiado este martes la Festa Major de Gràcia por ser un ejemplo "elocuente de la vocación" que Catalunya tiene como país, al ser un caso de preservación de las tradiciones que a la vez las moderniza desde una mirada actualizada.

"Buscar un futuro para nuestra pasado es esto. No quedar anclado en una tradición, sino vivirla pudiendo a la vez descubrir la raíz" y verla desde una mirada actual, ha defendido en la inauguración del bicentenario de la Festa de Gràcia en el Palau Robert ante unos 200 vecinos, en un acto con actuaciones musicales, 'castellers' y 'gegants'.

Puigdemont ha intervenido junto a representantes de la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento y la Fundació Festa Major de Gràcia, tras bajar en una comitiva con 'gegants' desde una carpa instalada en los Jardinets de Gràcia, que alberga una exposición con la historia y fotografías de los 'envelats' de las fiestas para conmemorar el bicentenario, que ofrecerá 400 actividades hasta el próximo año.

Ha defendido que es un deber de Catalunya como país mantener la calle como un espacio de educación y hacerla vivir a las generaciones futuras con una mirada larga y generosa, y ha destacado: "Si algo nos puede hacer no diferentes, sino genuinos, es lo que podamos aportar a la humanidad desde nuestra menudez", como la preservación de una identidad muy arraigada.

"Una sociedad, un pueblo, un país, que sabe conservar sus tradiciones, sobre todo las populares, las que puede compartir más gente, es un país, una sociedad y un pueblo culto y civilizado", ha defendido Puigdemont, que ha descrito la fiesta mayor como un referente de cultura popular.

"RIQUÍSIMO TEJIDO ASOCIATIVO"

El alcalde accidental de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha aplaudido el "riquísimo tejido asociativo" que hace posible la fiesta, y ha recordado que el Ayuntamiento ha decidido otorgar la Medalla de Oro al Mérito Cultural a la fundación, haciendo un reconocimiento a todas las personas que han permitido su celebración a lo largo de los años.

"Os mando una salutación muy afectuosa de la alcaldesa, Ada Colau, que acaba de traernos un nuevo barcelonés a la ciudad", ha resaltado Pisarello para abrir su discurso, y ha resaltado que, cuando llegó a Barcelona, Gràcia fue su primer lugar de acogida y quedó deslumbrado por su vida asociativa y la fiesta mayor, la mejor de Barcelona con La Mercè y Santa Eulàlia, según él.

Desde la Diputación de Barcelona, la diputada Maite Fandos ha elogiado las fiestas y la cohesión social, la innovación y la solidaridad que representan, y ha comparado el barrio con el poblado de Astérix: "No sé qué poción mágica tiene, pero está todos los días en actividad".

Ha recordado que fue concejal del distrito de Gràcia en el anterior mandato de Xavier Trias y que su familia siempre ha estado vinculada con las fiestas: su abuelo fue el presidente de la primera federación de calles en 1936, "aunque ese año no hubo fiestas, porque los recursos se guardaron para refugios antiaéreos" por la Guerra Civil.

La presidenta de la Fundació Festa Major de Gràcia, Carla Carbonell, ha destacado que empezaron a trabajar hace un año y medio para esta conmemoración y en algo que algunos calificaron entonces de imposible, y ha defendido que ningún hecho es memorable sin las personas que lo han hecho posible.

Ha agradecido a instituciones, entidades y personas que han hecho posible una fiesta que, con una actitud que ha comparado con la de manifestaciones de la Diada del 11 de Septiembre, ha contado con "gente capaz de superar la dictadura, las dificultades, para seguir ligados a una lengua, una cultura, una tradición, y eso define como pueblo. La fiesta mayor es una manifestación más de todo esto".