A Francisco Marco le preocupa, más que los percances, su futuro como torero

Pamplona.- El torero Francisco Marco, herido ayer en la plaza de Pamplona, pasó la noche "relativamente tranquilo, y con más preocupación que dolor", puesto que es su futuro como torero lo que más le inquieta, "por encima de los percances, que al fin y al cabo terminan superándose", indicó hoy a EFE.

Curtido en varios contratiempos de este tipo desde su alternativa hace once años, el torero recuerda una doble cornada en Madrid el 6 de octubre de 2006, en el muslo derecho, y otra también un par de meses antes en el triángulo de Scarpa de la pierna izquierda, en Estella (Navarra).

"Aquellas fueron más graves que ésta de ayer, y me sirvieron para afianzar el ánimo. Ahora que sabe uno cómo es el dolor físico de la cornada, lo tiene uno más claro, las convicciones de querer llegar a la meta de figura son más auténticas. Y por duro que sea el camino, cada vez se ve más despejado", indicó Marco.

Tanto es así que una vez recuperada la consciencia después de entrar en la enfermería completamente grogui y con la oreja prácticamente arrancada, sus primera palabras fueron de súplica para el cirujano: "cósame doctor, que tengo que salir. Que yo sé que esto no es grave, y el toro que me he dejado ahí lo necesito".

Naturalmente no hubo autorización médica para que Marco pudiera abandonar la enfermería. "Y fue cuando mayor intranquilidad tuve. Ése toro y todos los toros que puedan salirme los necesito. Será la única manera de llegar a la meta trazada", enfatizó.

Y aunque tiene por delante contrataciones en firme para Tafalla (Navarra), Santoña (Cantabria) y Corella (Navarra), además de la cita del 25 de este mes en Santander, en un cartelazo junto a "Morante" y Cayetano, con toros del Tajo y la Reina, "corridas en las que hay que salir a darlo todo para alcanzar el máximo", hay una plaza sobre todas que representa más que una inquietud: Las Ventas.

El palmarés de sus actuaciones en Madrid ha sido el de la cogida de 2006, una vuelta al ruedo en 2007 y una actuación al año siguiente que pudo significar la Puerta Grande de haber matado bien a sus dos toros.

"Aquello pudo ser definitivo para cambiar el rumbo de mi carrera. Pero, en fin, hay que seguir, saber esperar, en la confianza de que la empresa se acuerde de mi otra vez", agregó.

Todos los proyectos de Marco pasan ahora por restablecerse del percance de ayer, mientras sigue ingresado en la habitación 430 del Hospital Virgen del Camino, donde fue llevado tras la intervención en la enfermería de la plaza.

Una herida, presumiblemente al clavarse el arpón de la divisa que lucía el toro, que secciona parcialmente el pabellón auricular derecho. Según el parte facultativo "se procedió a la reparación de cartílagos y piel mediante sutura".

"Esto va a pasar pronto -insiste el torero-, y ya no vale mirar atrás".

Tanto que respecto a la corrida que lidió, del hierro de Cebada Gago, no acepta unos comentarios que le han adjudicado criticando a estos toros. "La peor corrida es la que no se torea. Y yo estoy agradecido que me pongan con los toros de esta ganadería, que ya he lidiado en plazas como Bayona (Francia), Bilbao, Azpeitia (Guipuzcoa) y Santander donde triunfé a lo grande".

Marco se refirió a la corrida de ayer, resaltando que "hubo un buen toro, el tercero", y aunque yo no vio la corrida entera agregó: "me han dicho que salió de todo. En los toros es así".