A.Serra: Casanova y Drácula comparten un imaginario de placer, deseo y noche

  • Núria Cornet.

Núria Cornet.

Barcelona, 19 ago.- El cineasta Albert Serra, premiado en el Festival de Locarno con el Leopardo de Oro a la mejor película por "Història de la meva mort", ha explicado a EFE que los dos personajes del filme, Casanova y Drácula, comparten un imaginario de placer, deseo y noche.

La cinta de género fantástico, coproducción hispano-francesa y con guión y dirección de Serra, se exhibirá en su preestreno español el 18 de septiembre en el Reina Sofía de Madrid y se estrenará en los cines franceses el 23 de octubre. Todavía no tiene fecha en los cines españoles.

El filme se centra en la transición entre el siglo XVIII, el siglo de las luces, del racionalismo y la sensualidad, y el principio del siglo XIX, del romanticismo, el oscurantismo y la violencia, y el hecho de unir a los dos personajes es, indica Serra, "una idea gratuita, porque es imaginar un episodio en la vida de Casanova que no puede haber ocurrido".

Serra sitúa el filme en Francia, en una atmósfera de corrupción y alegría artística, y ha considerado interesante "reflexionar sobre un personaje que representa el siglo XVIII con la ligereza y el racionalismo del mundo del dieciocho de Casanova y de las óperas de Mozart, con otro mundo, el del romanticismo más oscuro, más íntimo y más sexual" de Drácula.

El cineasta indica que "ha confrontado las dos visiones, y los personajes se mueven siempre en esa disyuntiva. Nunca se sabe dónde acaba el falso deseo y empieza el verdadero y dónde acaba el cálculo y el interés y empieza la verdadera satisfacción, la genuina".

En suma, "Història de la meva mort", título con el que Serra hace un guiño a la autobiografía de Giacomo Casanova, publicada en 1825, "reflexiona sobre si es más atractivo el mal de la posesión y el control o es más fuerte el placer más racional y más mundano de la conquista".

Serra ha escogido como protagonista del filme al poeta catalán Vicenç Altaió en el papel de Casanova, "porque se le parecía", siguiendo la línea de que sus películas no están interpretadas por actores profesionales.

"Nunca los he cogido ni los cogeré en la vida", porque "los que no son actores lo hacen mejor, al menos en el cine, en el teatro lo podríamos discutir. Todos los actores deberían dedicarse al teatro", dice.

Con un preestreno previsto en el Georges Pompidou de París el 12 de septiembre, emblemático centro que le dedicó en mayo una retrospectiva, y fecha de estreno en los cines franceses ya fijada, Serra explica que en España aún está negociando con los distribuidores y agrega: "Será como en el tiempo de Franco, cuando la gente iba a ver las películas a Perpignan".

Satisfecho por la acogida que tuvo durante la entrega de premios por parte del público, el cineasta, autor de dos textos teatrales del ciclo "Radicals Lliures" del Teatro Lliure, acaricia algún proyecto de teatro que no ha desvelado, pendiente ahora del recorrido de la película premiada.

Con este último filme, Serra es autor de cuatro largometrajes de ficción y de documentales sobre el mundo del arte, como la película que hizo el verano pasado para la "documenta" de Kassel.

Considera que, a pesar de las dificultades que tiene la cultura en general, "las individualidades serias acabarán haciendo algo" porque "no hay relación tan directa entre el bienestar y la creación".

"La cultura tiene prioridad absoluta y considero que es el ámbito más importante del mundo, incluso más que la sanidad. Es lo que nos distingue de los animales", ha destacado.

Mostrar comentarios