Adame imponente y el Juli en gran forma en Aguascalientes, México

  • El mexicano Joselito Adame hizo hoy dos grandes faenas en las que por fallas con el acero perdió sendos rabos, mientras el español Julián López "El Juli", en gran forma, cortó una sola oreja por estocada muy trasera en Aguascalientes, centro de México.

Aguascalientes (México), 2 may.- El mexicano Joselito Adame hizo hoy dos grandes faenas en las que por fallas con el acero perdió sendos rabos, mientras el español Julián López "El Juli", en gran forma, cortó una sola oreja por estocada muy trasera en Aguascalientes, centro de México.

El también español Morante de la Puebla tuvo otra tarde aciaga y bronca en sus dos enemigos.

Un lleno impresionante en la octava corrida de la tradicional Feria de San Marcos celebrada en la plaza Monumental de Aguascalientes.

Se lidiaron seis astados de Los Encinos, muy bien presentados y de juego desigual. Buenos a secas primero y segundo, magnífico el tercero, el cuarto con raza, el quinto un mal toro que no dio facilidades y el sexto, otro ejemplar con clase, estupendo.

Morante no ha salido con los duendes en su favor. En el primero le molestó el viento y lució sin deseos, además se vio pesado con la espada y se retiró al burladero de matadores en música de viento.

No mejoró su actuación con el cuarto, un toro al que había que tirar de él y no sólo dejarlo pasar. También lo pinchó el sevillano ante el enfado de la gente, que le abroncó.

"El Juli" con el segundo de la tarde luchó contra el viento e instrumentó una faena de alto contenido torero, por su fijeza y entendimiento del toro. Su labor interesó muchísimo, pero por desgracia mató de estocada defectuosa, muy trasera, y de todos modos cortó una oreja.

El quinto fue la mancha del encierro, toro sin recorrido, sin colaborar, y Julián estuvo intentando con deseos. Mató pronto y se le ovacionó.

Adame está como candidato para ser el triunfador de la feria: tres corridas, cinco orejas, y esta tarde se le fueron los rabos por pinchar.

La faena al tercero tuvo tintes de altura. Citó a recibir y pinchó en un par de ocasiones, para terminar con estocada. Vuelta al ruedo.

Todavía se superó en el sexto, otra faena de profundos relieves ante el entusiasmo del público que, entregado, le gritaba "Torero, torero".

Otros dos pinchazos, estocada y descabello le negaron otro rabo, pero no así la fuerte de petición de oreja, no concedida, y otra vuelta al ruedo con el reconocimiento pleno a su valía. Un triunfo grande sin trofeos.

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