Madrid.- Retratos que huyen del embellecimiento pero que indagan en la compleja relación madre e hija o en el dolor que provoca la separación es la propuesta de la fotógrafa argentina Adriana Lestido, quien se presenta en España con su retrospectiva "Amores difíciles".
La obra de esta artista, una de la fotógrafas más prestigiosas de su país y de Latinoamérica, ha sido una de las escogidas por el festival PhotoEspaña 2010, que mostrará los trabajos de reconocidos profesionales internacionales a partir del próximo día 9.
Ese día también se inaugurará la exposición que protagoniza Lestido en la Casa de América de Madrid, que la fotógrafa invita a ver no como una recapitulación de treinta años, sino como "un nuevo trabajo", explicó a Efe en una entrevista.
"Lo que he querido es llegar al hilo conductor de mi trabajo y contar una historia con todas las historias", precisó la fotógrafa que se muestra vital y activa durante el montaje de la exposición, pese al cansancio del vuelo transatlántico del que ha desembarcado tan sólo unas horas antes.
La muestra reúne 162 fotografías en blanco y negro, porque esta amante de lo artesanal cree que "la esencia" de las cosas y de los sentimientos se expresan mejor con esta técnica.
Con el blanco y negro "vas más a la médula de la cuestión, no hay distracción", dice, para afirmar tajante que le interesa que "el color no interfiera para ir al alma de la imagen".
Con este convencimiento plantea su visión de los niños y la relación que mantienen con sus madres en un entorno hospitalario en la serie "Hospital infanto-juvenil" (1986-1988) o en "Madres adolescentes" (1989-1990), un trabajo que refleja la soledad y el miedo de una maternidad antes de tiempo en una casa de acogida.
La maternidad es una constante que late en la obra de Lestido y que se hace patente en la serie "Mujeres presas".
Pero si en sus inicios, Lestido se vinculó más al fotoperiodismo, en el devenir de su carrera adopta un tono más íntimo y conectado con las emociones.
En "Madres e hijas" (1995-1998), una serie que le costó varios años y que le llevó desde Argentina hasta Italia, ahonda en el vínculo materno-filial.
"Siempre me obsesionó lo complejo de la relación y creo que es la identificación tan fuerte de la hija con la madre lo que impide a la segunda muchas veces ser ella misma", asegura la artista, quien confesó que tras este trabajó entendió muchas claves de la personalidad de su propia madre como mujer.
Sus últimas series "El amor" (1992-2005) y "Villa Gesell" (2005) parten también de vivencias personales y de su exploración sobre la dificultad de amar.
La ausencia del hombre y la separación, como un sentimiento doloroso o como un espacio para el desarrollo personal, son otros de los aspectos en los que ahonda la obra de Lestido, quien reconoce a Dorothea Lange como su maestra.
La instantánea "Madre Migrante", de Lange e icono de la Gran Depresión, despertó en la artista su pasión. "Fue ver esa imagen y sentir que quería ser fotógrafa" con un compromiso muy claro: "hacer fotografías que no tratan de embellecer, ver las cosas como son".
"Amores difíciles" comienza su recorrido con una imagen titulada "Madre e hija, Plaza de Mayo" (1982), en la que una madre reclama a su marido y una hija reivindica a su padre, y que considera parte de "su historia", de su "compromiso" y el "germen" de todo su trabajo posterior, que deja abierto a lo "que pueda venir".
Mercedes Bermejo
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