Agustí Centelles, de la Vuelta Ciclista a Cataluña al campo de concentración

  • La Fundación Vila Casas expone a partir de hoy 110 fotografías tomadas por Agustí Centelles durante los últimos años de la República, la Guerra Civil y el exilio, en una crónica visual que incluye desde la Vuelta Ciclista a Cataluña de 1935 al campo de concentración de Bram (Francia).

Irene Dalmases

Barcelona, 25 sep.- La Fundación Vila Casas expone a partir de hoy 110 fotografías tomadas por Agustí Centelles durante los últimos años de la República, la Guerra Civil y el exilio, en una crónica visual que incluye desde la Vuelta Ciclista a Cataluña de 1935 al campo de concentración de Bram (Francia).

Comisariada por el crítico de arte Daniel Giralt-Miracle, se trata de una selección de copias de autor que la Fundación Vila Casas adquirió en octubre de 2010 a los descendientes de Centelles y que son custodiadas actualmente por el Archivo Fotográfico de Barcelona.

La importancia de la muestra reside, según Giralt-Miracle, en el "meritorio trabajo científico" que ha llevado a cabo un equipo de expertos para poder completar con palabras cada una de las instantáneas, precisándose la fecha en que fueron realizadas, los personajes que las protagonizan, el lugar exacto en el que fueron tomadas o el momento de la Guerra Civil reflejado.

Aunque no son inéditas, el comisario resalta que con ellas queda constatado que Centelles "no tomaba las fotografías para que hicieran bonito, sino que eran muy pensadas por un fotoperiodista que tenía conocimiento del medio en el que serían publicadas".

La mayoría de las fotos, positivadas en los años setenta, una vez desaparecido Franco, cuentan con anotaciones de su autor, tanto en la cara como, especialmente, en el dorso.

Con su Leica, que descubrió en 1934 mientras cubría un partido del FC Barcelona, Agustí Centelles tuvo la posibilidad de seguir en los últimos años de la República diferentes hechos ciudadanos, que son con los que arranca esta exposición, que tiene voluntad de viajar a otras ciudades.

Una joven Mary Santpere, la proclamación de Miss Cataluña de 1935 o un combate de boxeo entre Paulino Uzcudun y Max Schmeling en el estadio olímpico de Montjuïc sirven de arranque de la exposición, estructurada en otros cuatro ámbitos: "19 de julio y el inicio de la Guerra Civil", "El Frente", "Retaguardia" y "El Campo de Concentración de Bram".

Iniciado el conflicto bélico, Centelles estuvo siempre en primera línea y fijó su objetivo tanto en personajes políticos como Manuel Azaña, Francesc Macià o Lluís Companys, como en los primeros muertos civiles de la Barcelona de julio de 1936.

Una de las series más dramáticas es la que refleja la "masacre" de Lleida, tras el bombardeo de la aviación italiana en noviembre de 1937.

El profesor Miquel Berga, uno de los máximos conocedores de la obra de Centelles, comentaba hoy que si Picasso hubiera pintado este escenario también hubiera pasado a la Historia como Guernica.

Sin saberlo, Centelles fotografió al escritor George Orwell en el cuartel Lenin; a unas elegantes mujeres del PSUC, entre las que se encuentra Caridad Mercader, madre de Ramón Mercader -el asesino de Trotsky-, que levantan una barricada en Barcelona contra el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), o al comandante Reyes, que pasó de maestro a guerrillero.

La famosa fotografía de los Guardias de Asalto en la calle Diputación tras unos caballos muertos puede volverse a contemplar en esta exposición, igual que la de los Guerrilleros de la Noche en el frente de Aragón, los retratos de Durruti o lo que sucedió en Belchite (Zaragoza).

Las imágenes que el fotoperiodista tomó durante su internamiento en el campo de concentración de Bram, donde vivió hacinado en el barracón 62, cierran la muestra, que podrá visitarse en Can Framis hasta el 10 de febrero de 2013.

Daniel Giralt-Miracle, que pudo trabajar codo con codo con Agustí Centelles en la gran exposición que se organizó en el Palau Robert hace unos años, destacaba hoy: "Fue una gran persona y un gran patriota, pero no estoy seguro de que hoy estuviera muy contento por cómo ha acabado su patrimonio", en referencia a la venta de su archivo al Ministerio de Cultura por parte de sus hijos. EFE.

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