Alfredo Sanzol dirige un nuevo montaje del célebre "Esperando a Godot"

  • El autor y director de escena Alfredo Sanzol lleva a escena un proyecto que le ha inspirado durante más de quince años, el clásico de Samuel Beckett "Esperando a Godot", y lo hace en el Centro Dramático Nacional (CDN) con un reparto de la vieja y nueva escuela que aporta nuevas "sensaciones" a la obra.

Madrid, 17 abr.- El autor y director de escena Alfredo Sanzol lleva a escena un proyecto que le ha inspirado durante más de quince años, el clásico de Samuel Beckett "Esperando a Godot", y lo hace en el Centro Dramático Nacional (CDN) con un reparto de la vieja y nueva escuela que aporta nuevas "sensaciones" a la obra.

Desde que se estrenara en París en 1953 la historia de los vagabundos Vladimir y Estragón y su eterna espera a un tal Godot que nunca llega, esta obra de Beckett ha sido una de las más escenificadas.

En esta ocasión, los responsables de llevarla a cabo son un equipo de actores de la vieja y nueva escuela, desde el consagrado Juan Antonio Quintana hasta el debutante Miguel Ángel Amor, además de viejos conocidos de Sanzol como Juan Antonio Lumbreras, Paco Déniz y Pablo Vázquez.

En un encuentro con la prensa, el director ha explicado que para este montaje, con texto de Ana María Moix han contado con más tiempo del usual para ensayar, unas diez semanas, lo que ha repercutido en la "confianza, la exigencia y el trabajo común" de los actores.

Tanto es así que, por primera vez en su carrera, "han tirado" de él.

Para él es "necesario" recuperar el papel del actor como "el narrador de la historia", quien, en el caso de esta obra, provoca "sensaciones y emociones en el público"únicas, diferenciando esta escenificación.

La función, en el CDN desde el 19 de abril a 19 de mayo, se prolonga durante dos horas ininterrumpidas, una "yincana actoral", según Déniz, que la convierten en un ejercicio físico que les deja exhaustos, "mental y físicamente", añade Sanzol, que se ve a sí mismo como un actor más.

Por su parte, Quintana ha expresado su satisfacción por formar parte de este proyecto que, "si fuera el último, sería el mejor para terminar su trayectoria profesional y humana"; aunque luego ha matizado que su retirada está lejos de producirse. "Me retirarán", ha bromeado.

Para él, el teatro es el arte elevado "a su máxima potencia", aunque hable de "cosas sencillas del ser humano", como es el caso de "Esperando a Godot".

Con esta nueva adaptación, Sanzol ha querido tirar por tierra dos "prejuicios" que siempre han acompañado al texto de Beckett: lejos de ser absurda, "es una obra con mucho sentido y racional, en realidad el irreflexivo es el ser humano", y frente a su fama de estática, cuenta una historia "en la que no dejan de ocurrir pequeñas cosas".

Una "gran metáfora de la vida", en la que el humor es otro elemento "fundamental", como en toda la obra del autor irlandés; un humor "poliédrico" que a veces es "blanco, otras soez y otras metafísico".

"El humor de Beckett es el pilar sobre el que se sujeta el humor del teatro y el cine posteriores; sin él no existiría la escena del masaje en los pies de 'Pulp Fiction'", ha añadido.

Otro elemento a tener en cuenta de esta función es el espacio, que gracias a la iluminación, diseñada por Pedro Yagüe, permite que la obra transmita "sensaciones paisajísticas y de infinito en un espacio limitado como es un teatro".

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