Amanda Seyfried y J. Timberlake viven al segundo en la futurista "In time"

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Madrid, 30 nov.- En un mundo donde no existen el dinero ni la vejez y donde los habitantes viven un eterno "carpe diem" sin saber qué será de ellos al segundo siguiente, una pareja de enamorados, Justin Timberlake y Amanda Seyfried, serán capaces de cambiar el rumbo de la historia.

Esta es, en esencia, "In time", la nueva propuesta para estas navidades de Andrew Niccol, director, productor y guionista de películas como "Gattaca" (1997), o "El show de Truman" (1998).

"In time", que llegará a las pantallas españolas el próximo viernes, propone un mundo dividido por "zonas horarias" donde los "ricos" pueden vivir eternamente.

La población está programada genéticamente para no envejecer más allá de los 25 años pero, al cumplir esa edad, su reloj biológico -que lleva inserto en un brazo- empieza a descontar segundo a segundo los 365 días que le quedan para "apagarse" y que pueden incrementar trabajando y ahorrando, apostando en el casino o robándolo.

Una estructura superior, sospechosamente similar al sistema financiero capitalista actual, modifica constantemente los intereses a los que los "bancos de tiempo" prestan minutos para no morir, de modo que los "ricos" pueden ser inmortales.

Y de vigilar ese reparto de valiosísimos minutos se encargan unos funcionarios muy particulares y entregados, los "guardianes del tiempo".

En medio de este panorama, el joven rebelde Will Salas (Justin Timberlake) y la niña rica Sylvia Weiss (Amanda Seyfried), harta de conservar la vida entre aburrimiento y lujo, se proponen acabar con el imperio que, entre otros, sostiene su propio padre.

"Lo que más me gustó del proyecto fue el guion porque contenía elementos muy extremos; además, trataba temas muy relevantes y era original y muy actual", comenta Seyfried en una entrevista realizada en Madrid durante la gira europea para promocionar la película.

A pesar de ello, la actriz estadounidense, que comenzó su carrera a los 11 años trabajando como modelo, declara no sentirse muy cercana al género porque lo que le gusta, dice a un reducido número de periodistas, es el drama: "Prefiero las historias reales, más ancladas en interacciones humanas".

Conocida por sus enormes ojos verde mar y sus arriesgados papeles en películas como "Chloe" o, próximamente, "Lovelace", donde encarnará a la famosa actriz porno Linda Lovelace, la actriz estadounidense asegura que de su trabajo con actores y directores consagrados ha aprendido una importante lección: "El actor sólo es una pieza más del engranaje, y su trabajo es una colaboración donde lo importante es que cada uno sepa cuál es su parte"

"Eso -añade- se aprende de gente como Meryl Strip, Julianne Moore o Gary Oldman; ellos llegan al set y saben exactamente cuál es su trabajo, se concentran y lo dan todo".

Y asegura que, en el momento en el que un actor se cree "lo más importante, todo se desequilibra y ya es imposible disfrutar de lo que haces".

Sobre su personaje en "In time" apunta que se desenvuelve "en una burbuja privilegiada donde parece que nadie sabe vivir; cada vez está más sola, más desencantada con su estilo de vida, sin acción, sin aventura, y Will representa todo lo desconocido, es la sombra, y por eso es tan atractivo desde el principio".

Reconoce que Sylvia "se aterrorizaba por momentos con la idea de morir al instante siguiente", pero si a Amanda le quedaran 24 horas de vida se iría a casa "lo antes posible" y reuniría a todos sus seres queridos, "incluido mi perro", y se dedicaría a "consumir todo tipo de cosas ricas, a comer y beber y pasar ese tiempo juntos".

"Si solo queda eso, quiero estar con mi gente porque al final -dice filosófica- esto es lo que somos, lo que nos llevamos: las relaciones que cultivemos".

De su compañero Justin Timberlake dice que "es adorable, muy profesional y, además, muy gracioso", y que le ha enseñado que "nada está fuera de tu alcance".

"No importa la edad que tengas, ni lo que hayas hecho o no en el pasado, sino saber qué aportas y que nada está fuera de tu alcance; trabajar con él -resume- es comprobar que no hay límites".

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