Ángel Viñas desmonta mitos y falsedades en su libro "La República en guerra"

  • Ana Mendoza.

Ana Mendoza.

Madrid, 9 mar.- Decir algo nuevo sobre la guerra civil no es fácil, "salvo que se vaya a los archivos", y eso es lo que hizo durante 40 años Ángel Viñas, que ahora sintetiza sus investigaciones en "La República en guerra", una obra en la que intenta desmontar los mitos y "medias verdades" que se han escrito sobre ese período.

"La guerra civil no fue el resultado ineluctable, ineludible del funcionamiento, bueno o malo, de la República entre 1931 y 1936", asegura Viñas en una entrevista con Efe, en la que comenta algunas de las tesis que desarrolla en este libro y defiende la actuación de Juan Negrín, "el gran político de la República en guerra" y "una de las grandes figuras épicas del siglo XX español".

Distinta es su visión sobre Azaña, presidente de la República, que fue "un buen intelectual y escritor", pero no era un hombre de acción y "fue una figura hasta cierto punto marginal" durante ese "dramático trienio en que una parte del pueblo español se batió contra el fascismo".

Publicado por Crítica y escrito en tono divulgativo, con pocas notas a pie de página, "La República en guerra" sintetiza obras suyas anteriores, en especial su tetralogía "La soledad de la República", "El escudo de la República", "El honor de la República" y "El desplome de la República", este último en colaboración con Fernando Hernández.

Este historiador y economista, que vive a caballo entre Madrid y Bruselas, recuerda que su interés por ese período empezó hace cuarenta años cuando Fuentes Quintana le pidió que investigara "la aportación nazi a la financiación de la guerra civil" y "la movilización del oro del Banco de España en la estrategia financiera exterior de la República".

Fuentes Quintana sabía lo que pedía: "sin la ayuda a Franco por parte de Hitler y sin el apoyo soviético a la República, la guerra hubiera probablemente tenido un curso muy diferente", afirma Viñas, catedrático emérito de la Universidad Complutense.

Basándose siempre en documentos, Viñas trata de desmontar "los mitos, las medias verdades y las falsedades que han desfigurado la historia de aquel conflicto". Como sucedía en sus libros anteriores, sus tesis pueden chocar con las de la historiografía conservadora y con la de una parte de la izquierda, advierte.

Y es que este historiador y diplomático sabe que quizá genere "controversia" su tesis de que la guerra civil "no fue la consecuencia ineludible de la evolución republicana. República y guerra civil no forman un binomio inextricable. Guerra civil y dictadura, sí", sostiene.

La guerra "fue el resultado de un golpe militar que fracasa, aunque no del todo", y especialmente de lo que Viñas denomina "la inserción de los vectores internacionales en los acontecimientos de España".

Entre esos vectores, menciona la ayuda "inmediata a Franco, sin cortapisas" por parte de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, y "la retracción de los británicos", "intoxicados" por "un sector de los conspiradores" para que no apoyaran al gobierno de la República porque España iba hacia "una república parasoviética".

¿Qué salvó a la República?, se pregunta Viñas: "La ayuda soviética a partir de octubre del 36", que "siempre ha sido hiperdimensionada por todos". También recibió la ayuda diplomática y material de México.

Otra de sus "grandes aportaciones documentadas" es que "Negrín no fue un sicofanta de los comunistas".

"Yo defiendo a Negrín como el gran político de la República en guerra. No lo había sido antes, pero la guerra es una situación excepcional que requiere talentos excepcionales". Y esto "sin detrimento de la figura de Azaña, que en esos años fue una figura hasta cierto punto marginal"

Viñas está siempre pendiente de los nuevos documentos que recibe, y en "La República en guerra" trata de desmontar la tesis de su "amigo" Gerald Jackson, que hace unos diez años sostenía que "los rusos habían esquilmado a la República, sobrepreciando su ayuda militar", y de esa apreciación se hicieron eco "todos los anticomunistas que en el mundo han sido", asegura.

"Los rusos -sostiene- no fueron los que explotaron a la República. Fueron los alemanes los que explotaron a Franco al sobrepreciar muchas de las ayudas que dieron".

La guerra se podía haber evitado, cree Viñas, pero para lograrlo el gobierno republicano de 1936 debía haber tenido "más decisión y haber comprendido que la gran amenaza a la República venía de la derecha, no de la izquierda".

"Todo apunta a que (Santiago) Casares Quiroga, presidente del Gobierno y ministro de la guerra, no lo vio venir y no tomó las medidas necesarias", concluye. EFE.

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