Anna Jansson presenta en España el primer libro de sus historias policíacas

  • Madrid.- Cuando Anna Jansson estudiaba en la Escuela de Enfermería, se desmayó más de una vez ante la visión de la sangre. Hoy es una de las autoras de novela negra más exitosas de Suecia, y llega ahora a España con "Hablaré cuando esté muerto", la primera entrega de las aventuras de la policía María Wern.

Anna Jansson presenta en España el primer libro de sus historias policíacas
Anna Jansson presenta en España el primer libro de sus historias policíacas

Madrid.- Cuando Anna Jansson estudiaba en la Escuela de Enfermería, se desmayó más de una vez ante la visión de la sangre. Hoy es una de las autoras de novela negra más exitosas de Suecia, y llega ahora a España con "Hablaré cuando esté muerto", la primera entrega de las aventuras de la policía María Wern.

Para Anna Jansson, escribir sobre crímenes se ha convertido en una forma de bregar con la muerte. Porque la escritora y hasta el año pasado aún enfermera, ha estado rodeada por la parca toda su vida: su madre estuvo muy enferma de tuberculosis cuando ella nació, mal que se llevó también a casi toda la familia paterna, y ha trabajado 30 años con enfermos terminales de cáncer de pulmón.

Es más, si uno teclea desde Suecia la palabra "muerte" en el buscador Google, uno de los primeros enlaces que aparecen es el de esta escritora, según cuenta ella misma, con tono socarrón, en una entrevista con Efe.

"No sé si eso es bueno o malo", bromea.

Tras tres décadas cuidando a enfermos terminales no es de extrañar que algunas de sus tramas se las hayan inspirado sus pacientes. Eso sí, ninguno le confesó un crimen antes de morir, "pero sí enredos amorosos", apunta Jansson.

En "Hablaré cuando esté muerto" (Grijalbo), el primero de sus libros que se publica en España, la escritora aborda, a la vez que los asesinatos de rigor, cuestiones de calado social como la atención a los ancianos, aunque asegura que no pretende erigirse en juez del sistema: eso se lo deja al lector.

"Este libro es un alegato contra una concepción de la vejez a la que me niego. Quiero que las generaciones jóvenes y las ancianas puedan mezclarse, creo que los niños necesitan el contacto con las personas mayores", sostiene.

A ella, de hecho, la crió su bisabuela, que ya nonagenaria se trasladó del campo a la ciudad para cuidar de una joven Jansson de quien su madre enferma no se podía hacer cargo. Es en esa bisabuela en la que se inspira la protagonista de esta novela, Frida Nilsson, una mujer que al enviudar descubre que su marido, su compañero de su vida, ocultaba el cadáver de un niño en el jardín, y que luchará por averiguar la verdad.

En cualquier caso, precisa que la crítica social que hace en sus obras se basa en sus experiencias profesionales y personales. "No pretendo dictar a las personas lo que deben pensar o hacer, el juez tiene que ser siempre el lector", asevera.

Material no le falta, ya que incluso llegó a escribir sobre la pederastia después de que un pederasta tratara de acercarse a su hija.

Sin embargo, para crear a la detective María Wern, protagonista de la mayoría de sus libros, no se inspiró en nadie en concreto.

"Durante mucho tiempo ha sido mi amiga imaginaria y es muy real para mí. Si no me pagaran por escribir sobre ella, probablemente ya me habrían encerrado en algún manicomio", ríe la escritora.

Las obras de Jansson se desarrollan en la isla de Gotland, de nuevo un opresivo escenario de pueblo con turbios secretos y obsesión por las apariencias que se ha convertido en un denominador común entre las autoras nórdicas.

"Si uno lee todo lo que se ha escrito de novela negra sueca pensará que es el lugar con mayores índices de criminalidad del mundo. Pero no lo es. Es una dinámica, la de los delitos en el paraíso, los crímenes repentinos en una sociedad donde no hay corrupción policial ni política", puntualiza.

Fue Stieg Larsson con el fenómeno "Millenium" quien atrajo las miradas sobre la sociedad sueca. Anna Jansson precisa que ella ya escribía novela negra diez años antes de que las aventuras de Michael Blomkvist y Lisbeth Salander fueran plasmadas sobre el papel en decenas de idiomas.

"Hay mucha calidad en la literatura sueca, autores con mucho talento que pueden mostrar personas reales que interesan al lector", concluye la autora.

Lorena Cantó

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