Badiola, Euba y Prego acaban con éxito pero agotados su reclusión en el MUSAC

  • León.- Los artistas Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego están a cuatro días de concluir su reclusión en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), donde han llevado a cabo una iniciativa novedosa, pero agotadora, que les ha servido para experimentar y transformar sus exposiciones en este museo.

León.- Los artistas Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego están a cuatro días de concluir su reclusión en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), donde han llevado a cabo una iniciativa novedosa, pero agotadora, que les ha servido para experimentar y transformar sus exposiciones en este museo.

Durante cuarenta días, desde el pasado 8 de febrero, hasta el 20 de marzo, estos tres artistas se han encerrado en el MUSAC, junto a quince voluntarios, con los que han desarrollado una treintena de ejercicios, que van desde performances, hasta rodajes de vídeos en directo, e incluso actividades de gimnasia.

Los tres artistas han hecho hoy un balance en rueda de prensa sobre esta experiencia, que, según Euba, ha sido "agotadora", porque se plantearon desde un principio un reto que fue "excesivo", en el sentido de acometer un proyecto bajo en un tiempo determinado, 40 días, que en otras circunstancias les hubiera llevado años.

Así, los 4.000 metros cuadrados de superficie del MUSAC que se destinan, desde el pasado 30 de enero, a las exposiciones de estos artistas, han servido para acoger en este tiempo todos estos ejercicios que han desarrollado, y en los que han participado hasta animales, perros y caballos.

Este encierro se enmarca dentro de un proyecto, que se denomina "Primer Proforma 2010", en virtud del cual estos artistas plásticos han pasado una especie de cuarentena en el MUSAC, que les ha servido para experimentar sobre su obra y al mismo tiempo completar sus respectivas exposiciones que inauguraron el 30 de enero en este museo, donde estarán hasta el 6 de junio.

Hasta ahora, nunca habían hecho nada igual y lo que en principio era un encierro de ocho horas diarias, se ha convertido en un trabajo de casi trece horas al día, "mucho más" de lo que imaginaron en un principio.

Sobre el resultado de esta experiencia, Txomin Badiola ha explicado que, "aunque no se perciba que hay un cambio considerable" en el contenido de las exposiciones, que se inauguraron en enero, de cara al espectador, "sí que los hay".

Así, ha explicado que estos cambios han servido más para el "consumo interno" de los propios artistas, que tienen que madurar lo que han hecho y reflexionar sobre ello en sus respectivos estudios.

Desde hoy al día 20 de marzo, la tarea que les queda a estos artistas y a los quince voluntarios que están con ellos, la mayoría de Bellas Artes, es realizar sus respectivas memorias, que aglutinarán en una, que han denominado "proforma" y será la que quede en el MUSAC como complemento a la exposición.

El día 10 de abril, se podrá ver el resultado de todos estos trabajos, cuando se re-inauguren de nuevo las exposiciones de estos tres artistas.

Por su parte, Sergio Prego ha considerado que esta iniciativa ha supuesto "una aproximación al arte desde otra perspectiva, no sólo desde el punto de vista del consumo", como ocurre en "la mayoría de las exposiciones, en el sentido de que se muestran como "objetos terminados en las que el espectador puede decir poco".

En este caso, el espectador es testigo de la transformación de los proyectos e incluso de su creación.

A pesar de la satisfacción, Prego ha sido escéptico con el hecho de que "cale este formato" en futuras exposiciones, porque ha sido, a su juicio, "un poco ir a contracorriente de la rutina y de las inercias del arte".

No obstante, sí cree que a largo plazo perduren este tipo de proyectos, porque, aunque "sea un poco incordio" a veces para el público que visita una exposición, luego es gratificante para él, el hecho de haber sido testigo del proceso de creación.

Durante este mes que han estado encerrados, han pasado por el MUSAC unas 14.000 personas, lo que es una muestra de la expectación generada.

Con esta iniciativa, el MUSAC se ha convertido en una especie de universidad, en la que los voluntarios, la mayoría alumnos de Bellas Artes, han tenido ocasión de aprender, pero incluso los propios artistas, cuyas obras de unos y otros han interactuado, hasta el punto que en ocasiones ahora se muestran algunas de ellas entremezcladas.

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