Bayona: Juan Bautista a hombros y oreja para José Tomás

  • El diestro francés Juan Bautista cortó una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros de la plaza en la cuarta corrida de la feria de Bayona, sur de Francia, en la que José Tomás, con el público muy a favor, se llevó el apéndice de su segundo astado.

Bayona (Francia), 7 ago.- El diestro francés Juan Bautista cortó una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros de la plaza en la cuarta corrida de la feria de Bayona, sur de Francia, en la que José Tomás, con el público muy a favor, se llevó el apéndice de su segundo astado.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de Jandilla y Vegahermosa, bonitos de hechuras pero con más genio que bravura y sin romper ninguno de verdad. Se salvaron el segundo y el cuarto, que ofrecieron más posibilidades.

Juan Mora: pitos y palmas.

José Tomás: oreja después de aviso y palmas después de aviso.

Juan Bautista: oreja y oreja.

Lleno de no hay billetes.

Juan Mora no se acopló con su primero, que tuvo genio, pero se quitó la espina frente al cuarto, uno de los dos toros más potables de la deslucida corrida de Vegahermosa. Hubo detalles de buen corte torero, aromas de torería antigua y una gran serie por el lado izquierdo, pero desafortunadamente no estuvo a la misma altura el torero con la espada.

Con el público muy a favor, José Tomás cortó la oreja del segundo, un toro colaborador al que impuso su forma peculiar de entender el toreo, sin cuajarlo del todo. Para empezar había dejado un quite «marca de la casa» por gaoneras, al cual contestó Juan Bautista por chicuelinas y tafalleras. La faena al cuarto fue de altibajos y condicionada por el genio que desarrolló el toro de Jandilla. A pesar de la voluntad del torero, nunca tomó vuelo su quehacer.

Juan Bautista se impuso a rachas a la casta desordenada del tercero, frente al cual hizo lo mejor de su faena por el pitón derecho. Frente al último, con la tarde ya vencida y sin el triunfo esperado de José Tomás, el francés echó toda la carne al asador para cortar su segunda oreja a base de intentarlo todo y de porfiar mucho en tablas, donde se había aquerenciado el toro. Mató de una gran estocada que por sí sola merecía la oreja y salió en hombros.-

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