Bocca regresa a Buenos Aires para estrenarse entre las bambalinas del Colón

Nerea González

Buenos Aires, 4 oct.- Aunque han pasado algo más de treinta años desde que el Teatro Colón de Buenos Aires viera danzar por primera vez al reputado bailarín argentino Julio Bocca, el próximo martes será la primera vez que sus luces se apaguen para disfrutar del trabajo del artista detrás y no encima del escenario.

Desde aquel debut a los 14 años en el que Bocca (Buenos Aires, 1967) ejecutó la parte del ratón en el ballet "El Cascanueces", va una carrera profesional que le alzó como uno de los bailarines más importantes de su generación a nivel internacional.

Los escenarios estuvieron un poco huérfanos tras su retirada hasta que hace tres años se hizo cargo de la dirección artística del Ballet Nacional del Sodre (BNS), la compañía más importante del ballet uruguayo, que estos días ultima sus preparativos para debutar en el Colón el próximo martes.

"El Teatro Colón tiene algo muy especial, es muy imponente. Es un teatro por donde han pasado grandes figuras y el público es como que se te viene encima", explicó Bocca en una entrevista con Efe.

Esta vez Bocca se quedará entre bambalinas hasta los aplausos finales y pese a los años de experiencia, el flamante director se reconoció "muy feliz" pero "también muy ansioso, con muchos nervios", porque es una responsabilidad diferente.

"Cuando subía al escenario, me ponía nervioso pero sabía lo que estaba haciendo. En este caso uno está afuera, son los chicos los que están arriba del escenario, ahí uno no puede hacer nada", dijo.

"En parte eso es lo lindo, que gente nueva, gente joven pueda también descubrir esa sensación. Los nervios son un poquito diferentes pero la emoción es la misma", aseguró.

Julio Bocca dejó su Argentina natal en 2009 para mudarse a Montevideo.

Un año después recibió la propuesta de ponerse al frente del Ballet Nacional del Sodre con la misión de iniciar una profunda refundación de la institución artística, que cuenta con 78 años de historia.

La compañía estatal de danza uruguaya, que normalmente actúa en el Auditorio del Sodre (Montevideo), tiene 65 bailarines, de los cuales 28 actuarán en Buenos Aires.

En estos tres años a las órdenes de Bocca, el bailarín asegura que la compañía "ha crecido muchísimo", tanto a nivel técnico, como artístico y de repertorio, pero que aún le "queda mucho más por crecer".

Bocca también ha cambiado la imagen que los uruguayos tenían del ballet hasta conseguir que los entre 15 y 25 espectadores regulares que tenían las funciones ofrecidas por el ballet se convirtieran en actos a los que acuden hasta 20.000 personas.

"Una de las cosas que yo trabajé siempre aquí en Argentina fue que la danza sea popular y que toda la gente tenga las mismas posibilidades de llegar a ella. Esto es lo que estamos haciendo en Uruguay", declaró.

Según el director, ahora hay "ganas" de ver ballet en el público uruguayo, que ya no lo toma como algo excepcional sino como una posibilidad de ocio más, al mismo nivel que el cine o el fútbol.

La función del Colón forma parte de la última gira internacional de la compañía que ya les ha llevado a visitar Brasil y Omán y que finalizará el próximo día 13 en Guanajuato (México), donde se celebra la XLI edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Con más de 90 funciones al año, la formación ha crecido también en experiencia y aunque se trate de una compañía clásica, Bocca les prepara "tanto para hacer algo de Nacho Duato, como para hacer 'El Lago de los cisnes'".

El programa del BNS en el Colón conjuga lo clásico con lo contemporáneo e incluye tres obras completas y un 'pas de deux' (paso a dos o dúo).

La noche se abrirá con "In The Middle", una obra de William Forsythe, y proseguirá con el dúo del primer acto de "El corsario", un ballet basado en el poema homónimo de Lord Byron (1814).

A continuación se representará "Without Words", del bailarín y coreógrafo español Nacho Duato, y por último se escenificará "Sinfonietta", del coreógrafo checo Jiri Kylián y música de Leos Janacek.

La cita del martes será la fusión de dos de las instituciones artísticas más importantes y antiguas de Latinoamérica, la del Sodre y el Teatro Colón, y aunque Bocca bromea diciendo que antes de la función se tomará una copa de champán para "festejar antes de empezar", todo es emoción y nervios para este debut entre bambalinas.