Borremans fascina al gran público con la ambigüedad de su pintura figurativa

  • El pintor flamenco Michaël Borremans, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos en la esfera del arte internacional, ha conquistado al gran público con una retrospectiva cargada de realismo, ambigüedad e intriga, que ha batido récords de asistencia en Bélgica.

Bruselas, 10 ago.- El pintor flamenco Michaël Borremans, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos en la esfera del arte internacional, ha conquistado al gran público con una retrospectiva cargada de realismo, ambigüedad e intriga, que ha batido récords de asistencia en Bélgica.

La exposición, que concentra las obras más prominentes de los últimos veinte años de Borremans, ha contado con 144.000 visitantes en los cinco meses que ha estado en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas (Bozar), "la más visitada" desde la creación del museo en 2003, según afirma la institución.

"Las pinturas de Borremans son muy accesibles, pero al mismo tiempo nos sumergen en una atmósfera amenazante que intriga al público", explicó a Efe el director de Comunicación del Bozar, Filip Stuer.

"Lo que fascina y encaja bien con el espíritu de la época es la ambigüedad de las obras que son, por un lado, muy figurativas y, por otro, crean una distancia alienante", aseguró.

Nacido hace 51 años en la localidad flamenca de Geraardsbergen (norte de Bélgica), Borremans comparte con sus compatriotas Magritte y Ensor la inclinación surrealista de evadir las asociaciones lógicas, pero admite al mismo tiempo la fuerte influencia que han tenido en su obra clásicos españoles como Velázquez y Goya.

Sus lienzos muestran escenarios teatralizados, sin vínculos reales con un lugar o un tiempo concreto, y personajes aislados que evitan la mirada directa al observador, un recurso del que Borremans huye para convertir su trabajo en algo más que retratos cargados de autenticidad, como él mismo argumenta.

Aunque la base de su obra fueron piezas íntimas realizadas en papel, en 2006 Borremans inaugura con "The Avoider", un imponente óleo de casi cuatro metros de alto por dos de ancho, una serie de trabajos de dimensiones monumentales, inspirados en sus propias fotografías de modelos y en amigos que aceptaron posar para él.

"The Avoider", que podría traducirse por "el que evita", retrata a un hombre al que el propio Borremans describe como "estilo Jesucristo", que envía señales dicotómicas al observador, al combinar una mirada altiva perdida en la lejanía y un atuendo refinado de hombre de ciudad con los pies descalzos y la vara para ayudarse a caminar que usaría cualquier pastor.

En otra de sus obras más reconocibles, "El ángel", de 2013, Borremans da un paso más en el juego del misterio, al presentar una figura andrógina y completamente estática, que con el rostro pintado de negro y un vestido rosa, dirige su mirada al suelo y adopta una postura apática que solo parece sostener su propia sombra.

"Es uno de los pintores más importantes de su generación", asegura el comisario de la exposición, Jeffrey Grove, quien considera que Borremans ha sabido volver a dar vigor a la tradición pictórica para una audiencia contemporánea.

"No hace falta tener una educación en Historia del Arte para apreciar el trabajo de Michäel. Pinta siguiendo la tradición de pintores que admira, pero infunde en su trabajo una sensibilidad totalmente contemporánea", comenta Grove.

"As Sweet as it Gets", que reúne 100 inquietantes trabajos del artista entre pinturas, esculturas y vídeos, ha logrado especial atención del público joven, que ha dejado huella de su paso por la exposición en las redes sociales con más de 5.000 fotos colgadas en Instagram y más de 9.000 en Facebook.

Después del éxito cosechado en Bruselas, la exposición parte, en principio, rumbo a Israel, donde permanecerá abierta al público en Tel Aviv cuatro meses, de septiembre a enero.

Después llegará a Estados Unidos, donde podrá visitarse durante otros cuatro meses, de marzo a julio, en Dallas.

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