Buena imagen de Rubén Pinar, que corta una oreja con "victorinos" en Albacete

Albacete, 13 sep.- El diestro local Rubén Pinar cortó la única oreja de la tarde de hoy en Albacete, en la que dio una buena imagen al cuajar una importante faena al mejor toro de un desigual encierro ganadero de Victorino Martín.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victorino Martín, bien presentados Y de juego desigual. Los mejores, segundo, tercero y quinto. Sin clase y a menos, primero y cuarto; y con peligro el sexto.

Antonio Ferrera: cuatro pinchazos y casi entera (silencio tras aviso); y media y dos descabellos (silencio tras aviso).

Javier Castaño: pinchazo, media y descabello (ovación); y pinchazo y media (ovación).

Rubén Pinar: estocada ligeramente caída (oreja); y pinchazo y media (aviso y vuelta al ruedo tras petición).

En cuadrillas, David Adalid y Fernando Sánchez, de la cuadrilla de Javier Castaño, se desmonteraron tras banderillear al segundo y quinto toro.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde agradable.

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PINAR Y DOS TERCIOS DE BANDERILLAS

Ferrera no tuvo su tarde con la espada, y ese fue el principal motivo para que se llevara dos silencios al término de sus dos faenas en Albacete.

Su primero fue un toro reservón que se dejó algo más por el pitón izquierdo, por donde logró los mejores pasajes de una labor tesonero pero de escasa brillantez en los artístico.

Algo similar le ocurrió en el cuarto, toro brusco y sin clase que, sin embargo, tuvo mejor son por el izquierdo, y nuevamente Ferrera estructuró faena en el toreo al natural, dentro de un conjunto que tampoco fue gran cosa.

Lo mejor de Castaño fue, sin duda, su excelente cuadrillas. Tanto en el segundo como en el quinto David Adalid y Fernando Sánchez protagonizaron sendos tercios de banderillas de auténtico clamor, haciendo sonar la música en el último de estos dos toros.

Pero su matador no estuvo a la altura de su infantería, aunque también hay que decir que ninguno de sus dos "victorinos" fueron lo que se esperaba de ellos, dos animales que se movieron pero sin acabar de entregarse con los que el espada leonés no acabó de confiarse en dos faenas de "cositas" aisladas, pero ayunas de gobierno por esa falta de seguridad del torero.

Tenía que llegar el triunfo costase lo que costase, el cual llevó el nombre de Rubén Pinar, un joven torero de la tierra que cuajó de manera excelente a su primero, el mejor toro del envío, al que ligó muletazos largos y por abajo en tandas de mucha conjunción por los dos pitones. La mala colocación de la espada dejó todo en una solitaria oreja.

Pero la verdadera imagen de torero con agallas la mostró en el peligroso sexto, con el que se jugó el tipo en una labor emocionante de principio a fin. Lástima que fallara a espadas, pues de la Puerta Grande que tenía prácticamente segura tuvo que conformarse con una aclamada vuelta al ruedo. EFE

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mag/jlp

TOROS ALBACETE

Buena imagen de Rubén Pinar, que corta una oreja con "victorinos" en Albacete

Albacete, 13 sep.- El diestro local Rubén Pinar cortó la única oreja de la tarde de hoy en Albacete, en la que dio una buena imagen al cuajar una importante faena al mejor toro de un desigual encierro ganadero de Victorino Martín.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victorino Martín, bien presentados Y de juego desigual. Los mejores, segundo, tercero y quinto. Sin clase y a menos, primero y cuarto; y con peligro el sexto.

Antonio Ferrera: cuatro pinchazos y casi entera (silencio tras aviso); y media y dos descabellos (silencio tras aviso).

Javier Castaño: pinchazo, media y descabello (ovación); y pinchazo y media (ovación).

Rubén Pinar: estocada ligeramente caída (oreja); y pinchazo y media (aviso y vuelta al ruedo tras petición).

En cuadrillas, David Adalid y Fernando Sánchez, de la cuadrilla de Javier Castaño, se desmonteraron tras banderillear al segundo y quinto toro.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde agradable.

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PINAR Y DOS TERCIOS DE BANDERILLAS

Ferrera no tuvo su tarde con la espada, y ese fue el principal motivo para que se llevara dos silencios al término de sus dos faenas en Albacete.

Su primero fue un toro reservón que se dejó algo más por el pitón izquierdo, por donde logró los mejores pasajes de una labor tesonero pero de escasa brillantez en los artístico.

Algo similar le ocurrió en el cuarto, toro brusco y sin clase que, sin embargo, tuvo mejor son por el izquierdo, y nuevamente Ferrera estructuró faena en el toreo al natural, dentro de un conjunto que tampoco fue gran cosa.

Lo mejor de Castaño fue, sin duda, su excelente cuadrillas. Tanto en el segundo como en el quinto David Adalid y Fernando Sánchez protagonizaron sendos tercios de banderillas de auténtico clamor, haciendo sonar la música en el último de estos dos toros.

Pero su matador no estuvo a la altura de su infantería, aunque también hay que decir que ninguno de sus dos "victorinos" fueron lo que se esperaba de ellos, dos animales que se movieron pero sin acabar de entregarse con los que el espada leonés no acabó de confiarse en dos faenas de "cositas" aisladas, pero ayunas de gobierno por esa falta de seguridad del torero.

Tenía que llegar el triunfo costase lo que costase, el cual llevó el nombre de Rubén Pinar, un joven torero de la tierra que cuajó de manera excelente a su primero, el mejor toro del envío, al que ligó muletazos largos y por abajo en tandas de mucha conjunción por los dos pitones. La mala colocación de la espada dejó todo en una solitaria oreja.

Pero la verdadera imagen de torero con agallas la mostró en el peligroso sexto, con el que se jugó el tipo en una labor emocionante de principio a fin. Lástima que fallara a espadas, pues de la Puerta Grande que tenía prácticamente segura tuvo que conformarse con una aclamada vuelta al ruedo.