Los secretos de 'Buscando a Dory': así se gestó la nueva película de Disney Pixar

  • Con motivo del estreno de 'Buscando a Dory', asistimos a una clase magistral con el director de la película, Andrew Stanton, que nos sumerge en el proceso de creación.

    Stanton desveló cuál era la idea inicial para la secuela de 'Buscando a Nemo' y el mensaje que quiere transmitir con la historia del pez cirujano azul.

'Buscando a Dory'
'Buscando a Dory'
Disney Pixar
Marta S. Ortigosa

'Buscando a Dory' llega a los cines españoles este miércoles dispuesta a igualar o superar el éxito de su predecesora 'Buscando a Nemo', y no va por mal camino, pues en su primer fin de semana la película se ha alzado con el título de mejor estreno de una cinta de animación en la historia, con 186,2 millones de dólares recaudados. ¿Pero cómo se gestó esta secuela? Su director, Andrew Stanton, nos cuenta algunos secretos de la producción en una clase magistral ofrecida a estudiantes y periodistas en Madrid.

Andrew Stanton trabaja en Pixar desde hace 26 años y ha participado en películas como 'Wall-E' o 'Bichos'. El primer consejo que dio es abandonar el ego y centrarse en la historia que tienes que contar y no en la que quieres contar. Asimismo, apuntó que una historia debe construirse primero antes de deconstruirla.

El primer paso en el viaje de creación de una historia es lo que a él le gusta llamar "el gusanillo". "Después de terminar 'Buscando a Nemo', estuve años sin verla", confesó Stanton. Tras verla infinidad de veces, necesitaba un larguísimo descanso antes de volverla a ver, y lo hizo en 2011. Fue en ese instante cuando empezó a entrarle el gusanillo por el pasado de Dory. En esa época estaba sumergido en la producción de 'John Carter', pero ya no pudo quitarse la idea de la cabeza.

Stanton recalcó en varias ocasiones los vaivenes que sufre una producción en Pixar. Son de media 3-4 años de trabajo crear una película en el estudio, 3-4 años de borradores a la basura, giros en las tramas... "En la mayor parte de esos años, tu historia no funciona", expresó. Uno tiene que preguntarse si su inspiración es tan fuerte para no cesar en el empeño y seguir intentándolo. Porque las ideas cambian, como ocurrió con 'Buscando a Dory'.

La historia final no es la que Stanton imaginó en un principio. En su idea original, los padres de Dory también sufrían de pérdidas de memoria a corto plazo. Dory les encontraba y descubría que sus progenitores habían adoptado a otro pez. "La idea en ese momento parecía tener potencial para emociones complejas y giros argumentales".

Una vez la idea se tiene clara y es fuerte, debe venderse. Stanton tuvo que vendérsela al director creativo de Pixar, John Lasseter, aunque, como él mismo confiesa, en este caso no tuvo que hacer mucho esfuerzo, pues en el estudio estaban deseando que se pusiera manos a la obra con una secuela de 'Buscando a Nemo'.

Aconsejó a aquellos que tengan que hacer un 'pitch' que siempre es mejor expresar una idea completa aunque sea mala, que una de la que uno no está muy convencido. No hay una duración de 'pitch' concreta (pueden ser una pocas frases o una hora de presentación), lo importante es que no tenga agujeros y no sea aburrido.

Una vez que el 'pitch' triunfa, llega el momento de plasmar con mucho detalle en 30 páginas las escenas que creen que van a suceder en la película. El documento de 'Buscando a Dory' lo entregó en junio de 2012, dos meses después del 'pitch', y recibió numerosas sugerencias y correcciones que no dudó en incorporar en el siguiente paso: el guion.

"[El guion] es el verdadero inicio de tu difícil viaje", describió Stanton. "Aquí ya no puedes esconderte de tus fallos y agujeros en tu historia".

Para 'Buscando a Dory', se realizaron 9 borradores de guion (12 en 'Nemo', 8 en 'Wall-E' y 9 en 'John Carter'). Stanton desvela que normalmente él escribe su primer borrador (e incluso el segundo) y luego contrata a un coguionista, para tener con quien compartir ideas. Para esta nueva película, fichó a la escritora ("la más inteligente que pude encontrar") Victoria Strauss desde el principio y le encargó el primer borrador, sin meterse él en medio.

¿Y por qué? Porque 'Buscando a Dory' era inicialmente una película "sobre hermanas". "Quería una voz diferente a la mía", afirma, "una perspectiva femenina". Convirtió a Strauss en la guionista jefa para todo el proceso de producción. "Normalmente trabajo de forma opuesta, pero de esta manera me aseguraba de que no fuera igual que 'Buscando a Nemo'", explicó.

Después de meses y meses de borradores y miles de storyboards, la película seguía teniendo debilidades. El equipo se chocó contra lo que él llama "el muro", una fase por la que todas las películas pasan. En el caso de 'Buscando a Dory', ya en agosto de 2014, el problema radicaba en lo simple y tonto de la actuación del olvidadizo pez cirujano. Todo cambió cuando expresó a su equipo una idea que él tenía en la cabeza, pero que nunca había pronunciado: que Dory era un personaje trágico, no cómico. La película empezó a tomar forma, aunque aún habría elementos por pulir.

Con 'Buscando a Dory', Stanton quiere mandar un mensaje: no estamos en paz hasta que no aceptamos quienes somos. En este mensaje vital le influyó la crisis de mediana edad: "No voy a cambiar, soy quien soy y más vale empezar a disfrutarlo".

"Ella no estaba feliz con quien era, y necesitaba serlo", añade. La Dory que vemos al final de 'Buscando a Dory' era la Dory que Stanton quería al final de 'Buscando a Nemo'. Aunque confiesa que esto lo descubrió con el paso del tiempo.

Además, confiesa que, cuando se sumergen en la creación de una película, ignoran al público y las expectativas. "Ignoramos lo que la gente cree que quiere", declara. Y, citando a Steve Jobs, termina: "Nuestro trabajo es saber lo que quiere la gente antes que ellos".

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