Caballero Bonald: "Soy un anarquista al que le gusta vivir como un burgués"

Sevilla, 9 feb.- El escritor y poeta José Manuel Caballero Bonald, que presenta esta noche en Sevilla su último libro, el poema largo titulado "Entreguerras" (Seix-Barral), ha asegurado hoy que es "un anarquista al que le gusta vivir como un burgués".

Con esas palabras se ha referido, en conferencia de prensa, a los "conflictos personales" que ha ido solventando "de la mejor manera posible" durante su vida y a los que alude en este "Entreguerras".

"Me abro paso en el flujo de las contradicciones, unas veces consigo avanzar y otras me quedo en el callejón de la incertidumbre", ha dicho Caballero Bonald, tras definirse como "también contradictorio políticamente; de ideología de izquierdas de toda la vida, y luchador antifranquista".

A sus 85 años, el poeta se ha confesado "lleno de dudas" y ha asegurado que "la incertidumbre es el factor desencadenante de la búsqueda de sospechas y verdades", al tiempo que ha añadido que "el que no tiene dudas es lo más parecido a un imbécil".

La certeza supone para el poeta "negar el atractivo de penetrar en la realidad, de hacerte preguntas que no sabes contestar".

Con "Entreguerras", Caballero Bonald ha querido "eludir las fronteras de los géneros" porque en sus páginas "hay poesía, memorias, narrativa, filosofía y reflexión a todo lo vivido, a libros, viajes..."

"He dicho que este es mi último libro porque no tengo ni tiempo ni ganas de proyectar algo a largo plazo; no estoy en condiciones", ha señalado sobre las propuestas de que prolongue sus memorias, cuyo segundo tomo se quedó "en el periodo de la Transición".

Pero ha apostillado que si se le "cruza un poema o un posible inicio de poema por la memoria" no va "a resistir la tentación de escribirlo".

Caballero Bonald ha recurrido a su definición de poesía: "una mezcla -ha dicho- de música y matemática; de música porque la sonoridad, el ritmo y el tono es indispensable, y matemática como rigor en la construcción del poema".

Si "Entreguerras" carece de puntos y comas es porque, ha bromeado, él "también" carece "de puntos y comas", si bien, ya en serio, ha explicado que no se trata de una arbitrariedad, sino de una necesidad, ya que "en el flujo de la memoria" se piensa sin signos ortográficos.

"A medida que se me ocurría lo he ido escribiendo; ahí está todo lo que he vivido, todo lo que he podido escribir y todo lo que no he podido escribir", ha señalado antes de parafrasear a Ramón y Cajal para definir la fama como "un olvido aplazado".

El poeta ha definido el reconocimiento de su obra como un "premio" a la constancia": "soy muy viejo y llevo más de sesenta años en el oficio", ha señalado.

Y ha asegurado que "lo mejor de la vejez es que eres cada vez más escéptico, y lo peor de la vejez es que eres cada vez más escéptico", aunque ha matizado que cada vez cree "menos en más cosas", pero en otras cree "fervorosamente".

Sobre el franquismo, que considera el "telón de fondo de su vida", pues lo vivió "desde los 10 hasta los 50 años", ha dicho que lo peor fue "la persecución del vencido hasta la muerte, esa persecución indigna", mientras que ha lamentado que "ahora se hacen homenajes a algunos de los culpables de todo aquello".

"Escribir es salir al paso como escritor y como ciudadano", ha concluido.