CaixaForum Tarragona repasa la obra de George Grosz entre Berlín y Nueva York

  • CaixaForum Tarragona acoge desde mañana una exposición sobre el dibujante satírico alemán George Grosz, artista clave del período de entreguerras, del que pueden contemplarse 170 obras que abarcan sus estancias en Berlín y su exilio en Nueva York.

Rafa Quílez

Tarragona, 18 sep.- CaixaForum Tarragona acoge desde mañana una exposición sobre el dibujante satírico alemán George Grosz, artista clave del período de entreguerras, del que pueden contemplarse 170 obras que abarcan sus estancias en Berlín y su exilio en Nueva York.

La muestra, "George Grosz. De Berlín en Nueva York. Obras 1912-1949", que se podrá visitar hasta el 6 de enero, repasa la evolución del artista entre estas dos ciudades, polos centrales de su vida.

CaixaForum Tarragona presenta a Grosz (1893-1959), testigo único de los tiempos convulsos que transcurren entre las dos guerras mundiales, por medio, sobre todo, de obra gráfica, pero también de óleos y acuarelas, que el artista ejecutó entre 1912 y 1949.

La exposición lo presenta como uno de los artistas más destacados del siglo XX, pues supo representar como nadie los conflictos sociales y los hechos acontecidos en la Alemania de la primera mitad de ese siglo.

"Mi arte tiene que ser fusil y sable", dijo Grosz, que con sus agudos dibujos desarrolló un nuevo lenguaje visual marcado por la denuncia, la ironía y las imágenes impactantes y grotescas, y que se convirtió en un agitador que usaba su arte como arma contra su convulso país, lo que le ha valido muchas comparaciones con Goya.

La muestra se divide en ámbitos como "Los primeros años berlineses", "Los horrores de la I Guerra Mundial", "Metrópolis Berlín", "El arte como fusil y sable", "La sociedad de los años 20", "Un emigrante en Nueva York", "II Guerra Mundial: fascismo y apocalipsis" y "Después de la II Guerra Mundial".

Según ha explicado a Efe la comisaria de la exposición, Annette Vogel, "Grosz es uno de los mayores artistas de la primera mitad del siglo XX" y con su dibujo, "altamente satírico", caracterizó la sociedad de esa época.

Según Vogel, George Grosz "vio perfectamente el espectro de la sociedad" y consiguió un gran público, y además fue consciente de "lo marcada que estaba la sociedad entre las dos guerras mundiales".

"Fue soldado en la I Guerra Mundial y ahí desarrolló su odio contra la religión, el poder y, especialmente, la burguesía", ha explicado la comisaria respecto de un artista que "creó un gran pandemónium muy vivo sobre la época y consiguió radiografiar como con rayos X esa sociedad".

Por ello, según Vogel, en las 170 obras expuestas en Tarragona figuran "imágenes de gente afectada por la guerra, como estraperlistas o prostitutas", pero también "los efectos grotescos sobre la humanidad, con personas que parecen tiburones".

"Aparece gente que se comporta muy extremadamente y vemos brutalidad y violencia en cualquier esquina", ha añadido Vogel.

Emigrado en 1933 a Estados Unidos porque le perseguía la Gestapo, fue profesor de arte, pero "le faltaba el entorno político", pese a lo cual "vio el apocalipsis que se nos venía encima", ha dicho Vogel, con el ascenso al poder del nazismo.

"En 1923 ya tocó a Hitler -expone Vogel- en su obra, y en 1936 prosiguió con su papel de avisar a la sociedad", como también hizo con la guerra civil española, que le afectó profundamente y por ello la dibujó a partir de 1936, así como a los alumnos que se desplazaron para participar en la contienda.

"Estos estudiantes quedaron muy marcados por su manera de trabajar e instruir y luego plasmaron en panfletos y folletos esa sensación", ha relatado Annette Vogel, que ha destacado que, "en 1936, una exposición sobre el nazismo llevó a que se consignaran sus obras" y provocó "su retirada, ante la duda absoluta de no saber qué hacer frente a una situación política que no podía cambiar".

En 1958 regresó a Berlín, donde falleció un año después, mientras su obra recibió luego el reconocimiento que se merecía, con exposiciones en Nueva York y en las principales ciudades del mundo.

En la actualidad, la obra de George Grosz está presente en los principales museos del orbe, y en Madrid su pieza más conocida es "Metrópolis", que se exhibe en el Museo Thyssen.-

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