Castella despide la feria de Badajoz con un triunfo de Puerta Grande

  • Badajoz.- El francés Sebastián Castella salió a hombros tras cortar dos orejas a su segundo toro, hoy, el último festejo de la feria de San Juan de Badajoz, en el que tanto Enrique Ponce como Cayetano Rivera pasearon también un trofeo cada uno.

Castella despide la feria de Badajoz con un triunfo de Puerta Grande
Castella despide la feria de Badajoz con un triunfo de Puerta Grande

Badajoz.- El francés Sebastián Castella salió a hombros tras cortar dos orejas a su segundo toro, hoy, el último festejo de la feria de San Juan de Badajoz, en el que tanto Enrique Ponce como Cayetano Rivera pasearon también un trofeo cada uno.

Se lidiaron toros de Zalduendo, aceptablemente presentados y de juego desigual. El mejor el quinto. El descastado cuarto y el peligroso sexto, los más deslucidos.

Enrique Ponce: pinchazo y estocada (oreja tras aviso); y estocada baja y tendida (ovación).

Sebastián Castella: media trasera y descabello (ovación); y estocada (dos orejas tras aviso).

Cayetano Rivera: estocada (oreja); y pinchazo hondo y estocada (ovación)

La plaza tuvo tres cuartos en tarde de calor.

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SÓLO CASTELLA, Y NO PARA TANTO

Castella tuvo un primer toro que prometió mucho de salida, arrancándose con alegría y de largo en el caballo, y con el que se lució en un quite por chicuelinas. Sin embargo, en la muleta el animal enseguida se paró, y Castella llevó a cabo una labor basada en la quietud pero excesivamente fría, sin que aquello llegara a tomar vuelo a pesar de dejar algún muletazo a derechas de buen corte.

Con el quinto, el mejor toro del envío, salió Castella a por todas. Prologó su actuación por estatuarios para posteriormente aprovechar la bondad del animal con series vibrantes de muletazos largos por el lado derecho. La faena fue muy jaleada en el tendido, de nuevo sobre la base del valor. Mató a la primera y cortó las dos orejas.

Ponce exprimió al máximo al que abrió plaza, toro distraído de salida y justito de fuerzas, pero al que a base de sobar y consentirle mucho en la muleta acabó robándole muletazos de notable plasticidad y elegancia, amén de los adornos de final de series, muy vistosos. Cortó una oreja.

Con el cuarto, toro bronco y muy molesto por protestón, no pudo redondear Ponce su actuación, y aunque insistió mucho el valenciano en series cortas de muletazos, su labor no fue a ninguna parte.

Cayetano saludó con buen aire a su primero a la verónica, pero el toro acusó después un largo y desmedido puyazo para acabar muy quedado en la muleta, embistiendo a oleadas, frenándose y echando la cara arriba. Cayetano puso voluntad para diseñar una labor intermitente, rubricada a la primera con la espada, motivo por el que cortó una oreja.

El sexto fue toro con malas ideas, tirando gañafones a diestro y siniestro y volviéndose en un palmo. Cayetano aquí no se acopló en ningún momento.

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