Castella y Perera se justifican, aun sin trofeos, con mala corrida del Capea

  • El mano a mano que enfrentó hoy en Málaga a Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera quedó condicionado sobremanera por el muy deslucido juego de los toros de "El Capea", que tan sólo les permitieron a ambos justificarse aunque sin llegar al triunfo.

Málaga, 18 ago.- El mano a mano que enfrentó hoy en Málaga a Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera quedó condicionado sobremanera por el muy deslucido juego de los toros de "El Capea", que tan sólo les permitieron a ambos justificarse aunque sin llegar al triunfo.

FICHA DEL FESTEJO.- Un toro para rejones -el primero- de la viuda de Flores Tassara, manejable; y en lidia ordinaria: uno -el segundo- de Carmen Lorenzo, tres -tercero, quinto y séptimo- de San Pelayo, y dos -cuarto y sexto- de San Mateo. Todos los hierros, propiedad del "Niño de la Capea". Corrida justa de presencia, descastada y en el límite de las fuerzas, de juego muy deslucido.

El rejoneador Rui Fernandes: dos pinchazos, y rejón bajo y atravesado (ovación por su cuenta).

Sebastián Castella: estocada desprendida (silencio); pinchazo y estocada (ovación); y media y seis descabellos (silencio tras aviso).

Miguel Ángel Perera: pinchazo y estocada caída (ovación); pinchazo y estocada tendida (ovación); y estocada tendida y seis descabellos (silencio tras aviso).

En cuadrillas, José Chacón y Vicente Herrera saludaron en el segundo.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde calurosa.

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MUCHA VOLUNTAD, PERO FALLÓ EL GANADO

Abría el cartel el rejoneador portugués Rui Fernandes, que saludó una ovación tras una actuación aseada en la que destacó en banderillas a lomos de "Vivaldi".

Ya en la lidia a pie inauguraba este mano a mano improvisado por la baja Cayetano el francés Sebastián Castella, a quien en primer lugar le correspondió un toro con muy poca fuerza y descastado, que se "rajó" muy pronto.

Su segundo desarrolló algo más de nobleza, lo que le permitió desarrollar una faena en las cercanías en la que destacaron los pases cambiados por la espalda, dentro de un conjunto que no fue a ninguna parte.

El sexto fue toro complicado, que apretó mucho por los adentros y al que Castella realizó una faena en los medios de notable firmeza por el pitón derecho.

Perera, por su parte, se encontró en primer lugar con un manso de salida que, no obstante, se "dejaría" en una intensa competencia en quites con Castella. En la muleta estuvo firme y valiente el extremeño, pero con poco eco. Lo más destacado, el arrimón final.

Menos lucida pero muy meritoria fue su actuación en su segundo, toro que desarrolló peligro y ante el que el extremeño se la jugó sin trampas ni cartón.

El que cerró plaza fue el que más se desplazó de inicio, aunque acabaría viniéndose abajo, por la que la faena de Perera, como las otras cinco anteriores, terminó en una arrimón sin mayor trascendencia.

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