Aranda de Duero (Burgos), 11 ago.- Catas organizadas por la denominación de origen Ribera del Duero, la degustación de vinos con gastronomía popular de la zona y actividades infantiles completan Sonorama para "que el festival no viva de espaldas a Aranda de Duero", en Burgos.
Así lo ha señalado a Efe el director de este certamen, Javier Ajenjo, quien ha insistido en que Sonorama se ha consolidado y está resistiendo a la crisis gracias a que ha crecido "al ritmo debido", sin depender de fondos públicos en más de un cinco por ciento de su millón y medio de presupuesto y, sobre todo, por haber sabido integrarse en la ciudad donde se celebra.
Mantener parte de los escenarios para las actuaciones en zonas del casco urbano ha facilitado esa integración, pero también actividades puntuales, como la visita a las bodegas del centro de Aranda de Duero que se ha realizado hoy.
Los asistentes al festival, en su mayoría jóvenes, conocen así la forma tradicional de almacenar el vino y pueden degustar tanto los caldos de la denominación de origen como cientos de kilos de chorizos y morcilla, que reparte la organización.
La asociación "Art de Troya", que organiza Sonorama, con más de un centenar de grupos punteros del pop y rock nacional, junto a algunos internacionales y grupos emergentes "siempre ha tenido claro que debe ser un festival integrado en la ciudad".
Otra actividad que ayuda a integrar a los participantes en el festival con la comarca es la de "Catas organizadas", que patrocina el consejo regulador de la denominación de origen Ribera del Duero, patrocinador también de parte del festival desde hace cuatro años.
El objetivo del consejo es difundir entre los jóvenes la cultura del vino en un "consumo responsable de vino de calidad", han explicado los organizadores de las catas, que se concentran entre el viernes y el sábado, en pleno ecuador de Sonorama, al que este año asisten más de 30.000 personas.
Son tres cursos de cata rápida de carácter gratuito que ofrece el Consejo Regulador, en el marco de los cuales los jóvenes asistentes al festival tienen la oportunidad de tomar contacto con los vinos de calidad y su consumo responsable, profundizar en el conocimiento de la denominación de origen y de las bodegas ribereñas.
Una tercera vía de integración de Sonorama con la población arandina es "Sonorama Baby", un espacio promovido por Caja de Burgos, que este sábado ha dedicado un hueco a los más pequeños.
Ubicado en una jaima en la Plaza Mayor de Aranda de Duero, Sonorama Baby ha contado con la actuación del dúo Fetén Fetén, formado por el acordeonista Jorge Arribas y el violinista Diego Galaz, que han hecho sonar los más extraños instrumentos, desde un serrucho a una tabla de planchar, y que también han ofrecido una actuación a los niños internados en el Hospital Santos Reyes.
Además, el colectivo Basurama ha impartido un taller de construcción de instrumentos musicales a partir de objetos recuperados de la basura o almacenados como cosas inútiles en armarios y desvanes.
El Festival comenzó el jueves con la actuación de la cantautora segoviana Rebeca Jiménez, que ha ofreció un recorrido por "Valiente", su último trabajo discográfico.
También en la jornada inaugural actuaron "Los enemigos", que volvieron al escenario tras diez años de inactividad.
Algo antes actuó "Anni B. Sweet", que presentó su nuevo disco "Oh Monsters", donde experimenta con nuevos sonidos, aunque sin romper del todo con el estilo folk-pop que la caracteriza.
El viernes fue el turno para "Love of Lesbian", grupo catalán capitaneado por Santi Balmes, que presentó su nuevo trabajo "La noche eterna-Los años vividos".
Los conciertos de Sonorama se suceden durante cuatro días en ocho escenarios del centro de Aranda de Duero y en el Recinto Ferial. EFE
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