"Claroscuro",la obra íntima de Ángel Burbano llena Madrid de luz y oscuridad

Madrid, 2 sep.- La búsqueda de la introspección y el espíritu metafísico embriagará Madrid el próximo 3 de septiembre con la primera exposición individual del fotógrafo Ángel Burbano, "Claroscuro", que viste de sensualidad y gasa las expresiones más íntimas de los cuerpos femeninos.

Barbuno ha capturado el movimiento desnudo de dos bailarinas de danza butoh, un ritmo lento y existencial japonés, "que muestran con su cuerpo una expresión muy íntima y sentimientos solapados", según ha declarado el fotógrafo hoy en una entrevista con Efe.

Bajo el nombre de "Claroscuro", un término que recuerda al pintor barroco Caravaggio, 32 piezas de esta colección inaugurarán la temporada expositiva de la galería de arte Eka & Moor, dirigida por Pilar Sagarra y Vicente Herrero que han apostado por las sombras y la pasión que definen el último trabajo del artista.

"Parto de la premisa de que nunca llegamos a conocer a las personas del todo", ha explicado Burbano (Zaragoza, 1974) sobre la intencionalidad de su obra, con la que trata de hacer un viaje personal de introspección, a través del baile y en tonos terrosos, que permitan al espectador conocerse a sí mismo.

"El desnudo femenino es resultado de un compendio entre danza y fotografía estupendo", ha continuado el artista, que ha retratado el cuerpo natural de las bailarinas mientras posaban en movimiento e improvisaban con el ritmo del obturador.

Tania Garrido y Nazaret Laso han sido las modelos que han prestado sus cuerpos a la explosión tenebrista del objetivo de Burbano. Ambas son bailarinas de danza butoh, una expresión japonesa "espiritual, íntima y metafísica" que ha servido de vehículo para "convertir en arte la expresión".

"En esta danza parece que son espíritus los que bailan pero hay fotografías que muestran una expresión facial profunda", ha señalado el zaragozano sobre unas fotografías sentimentales, penetrantes y reflexivas.

Entre luces y sombras, Burbano investiga en el movimiento femenino, captura los instantes y arropa las formas sinuosas de sus modelos con telas de gasa que las convierten en prisioneras y en otras ocasiones las rescata de sus propios abismos.

"La tela de gasa me permite experimentar con las texturas, ofrece unos juegos estéticos muy bonitos", ha señalado el fotógrafo sobre unos cuerpos en los que se sobrepone el volumen del tejido, que constituye como una segunda piel para la modelo.

"El punto de partida era el baile introspectivo espiritual pero sin las telas hubiera sido más anodino", ha destacado Burbano sobre el juego con los materiales que funciona como "envoltorio metafísico".

De este modo, la mujer se presenta como protagonista de "Claroscuro", en la que el esoterismo, la naturaleza femenina y los miedos recrean un universo alternativo en el estudio fotográfico.

El artista ha reconocido que siente fascinación por el cuerpo femenino que le permite "jugar con las curvas" y rechaza el desnudo masculino "arquetipizado", siempre centrado en la musculatura y los rasgos varoniles.

"El cuerpo de la mujer cambia, los hombres solo envejecen", ha declarado Burbano, que ha destacado que su obsesión por la mujer sirve a propósitos tanto estéticos como conceptuales.

El fotógrafo se encuentra actualmente trabajando en una sesión continuista, con las mismas modelos, en la que repite el desnudo femenino como tema central de expresión corporal.

"Claroscuro" es la primera exposición individual de Burbano, con la que pretende acceder al mercado del arte y darse a conocer, y contará con 32 piezas de las 66 que conforman esta colección "ambigua en busca de recovecos".

Su obra pondrá disfrutarse hasta el próximo 28 de septiembre y la exposición contará también con una proyección de la "pequeña" carrera de Burbano, definida siempre por la libertad creativa.