El Cordobés contra El Cordobés, una leyenda del toreo que se cae

El Cordobés fue una leyenda en las plazas de toros de España, pero este torero mundialmente conocido huye de los focos desde que Manuel Díaz, que también toreó bajo el apodo de El Cordobés, reclama en los tribunales que le reconozca como hijo.

España sigue este culebrón desde que Manuel Díaz, de 47 años, reveló en febrero a la revista Hola, que había puesto una demanda de paternidad, tras haber intentado durante años entablar relación con el matador, al que se parece como dos gotas de agua.

"Pensaba que siendo torero iba a llegar a él, pero resulta que lo único que tengo es mi muleta porque el padre sigue siendo de humo", explicó a Hola.

"La gota que ha colmado el vaso se produjo el otro día, cuando entrevistaban a Benítez en televisión y, al preguntarle por mí, se apartó como si fuera el demonio. '¿Por qué tu padre no quiere hablar de tí?, me dijeron mis hijos", añadió.

Según él, Manuel Benítez tuvo una breve relación con su madre Dolores Díaz González, entonces empleada de hogar en Madrid en casa de unos amigos del torero, pero no quiso saber nada del niño que supuestamente tuvieron.

El torero asegura que no quiere disputar la herencia a los cinco hijos legítimos del diestro, sino simplemente reivindicar una filiación de la que se siente orgulloso. Pero la ley española prohíbe desheredar a un hijo.

Para interponer su demanda de paternidad, hacía falta una prueba, explicó el abogado de Manuel Díaz, Fernando Osuna.

"Un detective cogió una servilleta (que había utilizado El Cordobés) en un lugar público, era un bar, le hizo la prueba del ADN en un laboratorio y lo comparó con el ADN de Manuel Díaz", dijo el abogado.

La demanda fue admitida el 18 de diciembre en base a estos resultados, que coinciden en un 99,9%, según Manuel Díaz, y unas fotos que pone de relieve el parecido entre ambos.

Un juez de primera instancia de Córdoba tiene ahora que fijar una fecha para que Manuel Benítez, de 79 años, se someta a otra prueba de ADN, añadió Osuna.

Manuel Benítez rechaza hablar con los periodistas, apartando con grandes brazadas al del AFP que trató de abordarlo en Córdoba.

El Cordobés entró en vida en la leyenda. Manuel Benítez tiene un busto en la plaza de toros de Córdoba, la ciudad andaluza que le dio el título de califa de la tauromaquia.

En los años 1960 fue el torero más popular de España, pero su fama traspasó fronteras. En 1967, un best-seller internacional, "O llevarás luto por mí", escrito por el francés Dominique Lapierre y el estadounidense Larry Collins, cuenta su historia de huérfano ladrón de gallinas que acabó vistiendo el traje de luces.

Su físico también le permitió hacer varios papeles en el cine.

En la arena, desarrolló un estilo poco ortodoxo, pero espectacular, subiéndose a los toros o peleándose a puñetazos con ellos, lo que le valió las críticas de los especialistas, pese a que el público lo adoraba.

"Llega a los toros en unos tiempos en los que España estaba deprimida, en los años 1960 económicamente seguía todo muy mal. El Cordobés levantó los ánimos, no tanto de los aficionados como del pueblo en general porque veían en él un torero de origen humilde, muy pobre, que había llegado a ser importante porque ganaba mucho dinero", relata Carlos Crivel, del diario El Mundo.

El Cordobés fue el torero "mejor pagado de su tiempo", añade este especialista de la tauromaquia.

"Todo el mundo que entiende de toros reconoce que Manuel Benítez fue un torero revolucionario y mandó el toreo en base a que tuvo apoyo popular, pero con unas condiciones buenas de fondo como torero. Toreaba muy bien con la izquierda", añadió Crivel.

El Cordobés joven también tiene un estilo sensacional y su propio público, pero "su popularidad se basa más en la prensa del corazón que en sus cualidades como torero", afirma este especialista de la tauromaquia.

Si Manuel Benítez rechaza someterse a las pruebas de ADN, la justicia podría decidir que es efectivamente el padre del demandante, según Osuna.

Fue lo que ya hizo con una hija ilegítima del torero, nacida en 1969.

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