Cuidado guapo, los feos se toman la revancha en tu móvil

    • Dos jóvenes licenciados en comunicación audiovisual son los responsables de la primera app-serie de España: El gran día de los feos
    • A partir de hoy está disponible para descargar en tu móvil
Juncal y Jimena. Fotograma de la app-serie 'El gran día de los feos'
Juncal y Jimena. Fotograma de la app-serie 'El gran día de los feos'

Nabil Chabaan iba a una fiesta cuando una chica poco agraciada (más bien, muy fea) se sentó frente a él en el metro. Ese simple incidente fue la chispa para que en los próximos días puedas disfrutar en tu móvil la primera serie española en app: El gran día de los feos.

Pero vamos a rebobinar para ver cómo fue el proceso. Nabil estaba leyendo Un mundo feliz y aquélla chica, "de rasgos particulares", le inspiró una idea. "Pensé en lo difícil que lo tiene la gente fea en la sociedad actual, y que en cualquier momento podrían levantarse y vengarse de todos aquellos que les marginan", relata el joven a través de un correo electrónico a lainformacion.com.

Los pensamientos de Nabil podrían haberse quedado, como tantos otros, en aquél vagón de metro. Sin embargo, en la fiesta el joven le comentó el incidente a David Tesouro, y rápidamente, con cervezas que iban y venían, fueron imaginando esa sociedad en la que los feos estarían prohibidos. "Con una sinopsis tan absurda, y en unas circunstancias tan poco serias", comenta Tesouro, "lo último que pensé esa noche es que llegaríamos a donde estamos ahora…"

Pero llegó…

Año 2056, Mijaíl I 'El Agraciado' es el dictador de una sociedad perfecta: no hay crimen, no hay pobreza y por supuesto, se ha erradicado la fealdad. De mantener esa "amonía estética" se encargar la UCF (Unidad de Captura de Feos), que traslada a esos 'individuos indeseables' a un campo de concentración. Sin embargo, esa calma-tensa no durará demasiado…

"El exterminio de los feos es la metáfora de la muerte social de quienes hoy por hoy no se corresponde con el arquetipo estético imperante", subraya Chabaan. "Está ambientada en el futuro, pero es una crítica a varios aspectos de la sociedad actual. La superficialidad de las relaciones, la importancia de las apariencias, la fama y los falsos ídolos, las dictaduras encubiertas, la manipulación informativa, el consumismo desenfrenado...", remacha Tesouro.

Así, la serie se presenta como un espacio para la reflexión salpicado de los elementos comunes de novelas como Un mundo feliz, Fahrenheit 451, 1984… Sin embargo, a ese argumento se le añade una ácida crítica en tono de comedia negra con tintes de terror de serie B. En definitiva: en cuestión de segundos el espectador pasa de la carcajada a la reflexión.

"Se trata de una historia un poco extraña", reconoce Tesouro, "muy friki, con una mezcla de drama y comedia disparatada, algún que otro momento gore y personajes muy estrafalarios".

En busca del lenguaje de la app

Pese a que la noche en la que surgió la inspiración, lo primero que pensaron fue que la idea servíría para un corto, los dos licenciados en comunicación audiovisual pronto se dieron cuenta de que el proyecto exigía otro tipo de formato. Dándole vueltas, decidieron hacer algo que no había hecho todavía nadie en España: una aplicación-serie enfocada a dispositivos móviles (smathpones, tablets, e híbridos)

A diferenta de una web serie, la forma de acceder a El gran día de los feos es a través de una aplicación que estará disponible de manera gratuita este jueves, 19 de septiembre, tanto para android como para iOS. Los dos primeros capítulos podrán verse también a través de la página web de la serie elgrandiadelosfeos.com. El tercero, sin embargo, ya se verá a través de la app. Cada viernes, se lanzará un nuevo capítulo.

La app abre varias posibilidades ya que el usuario puede centralizar en ésta todo lo relacionado con la serie, desde el visionado de los capítulos hasta el acceso a contenido exclusivo, además de la interacción social, etc.

"A medida que investigábamos sobre app-series, nos dimos cuenta que es todo un mundo que está aún por explorar", comenta Tesouro. "Sin embargo, a día de hoy hay muy pocas iniciativas, y lo poco que hay se limita a adaptar contenidos que originalmente estaban creados para cine o televisión".

No era el caso del trabajo de los directores que desde el principio tuvieron muy presente el medio para el que estaban rodando. Así, adaptaron a este tipo de dispositivos no sólo el lenguaje audiovisual, también el esquema narrativo. Apostaron por capítulos de corta duración, introdujeron elipisis, un ritmo narrativo rápido, evitaron los planos generales para centrar más atención al detalle…

"En un smartphone o tablet, la atención del espectador suele ser mucho menor que frente a la tele. Normalmente lo usará en el metro, de camino al trabajo, o en situaciones así", reflexiona Tesouro.

El veredicto del público

De momento, las críticas que han escuchado los directores de las personas que ya han podido disfrutar de la serie (se hizo un preestreno en un cine de la capital) no han podido ser mejores: "Hay una crítica entusiasta gracias a su estética rompedora, la comicidad y absurdez de sus tramas, y sobre todo, a la forma novedosa de consumir ficción que plantea", apunta Chabaan.

No obstante, tanto Nabil como David esperan con ilusión y ciertos nervios el momento en que la serie esté abierta para todo el público: "Imagino que, habrá a quien le guste y a quien le parezca una mamarrachez. Al menos eso es lo que intento decirme a mí mismo", reconoce Tesouro.

A expensas de lo que diga el público, los directores ya están trabajando en la segunda temporada: "nos morimos de ganas. De hecho, seguimos trabajando en los guiones de los siguientes capítulos", aseguran pero reconocen que en esta ocasión tendrían que cambiar la dinámica de trabajo ya que todo el equipo decidió "reinvertir su sueldo en la producción".

"Para la segunda temporada, necesitaríamos unas condiciones que nos permitan tratar al equipo como se merece. De momento toca cruzar los dedos y desear que la serie guste y sea descargada muchas veces", dice Tesouro ilusionado.

Ahora la palabra la tienes tú.

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