Cultura coreana en forma de tejidos y bordados

  • Hasta el 30 de enero el Museo del Traje de Madrid acoge la exposición Labores Milenarias. Tejidos del Museo de Bordados de Corea. Una selección de más 100 piezas entre vestidos tradicionales y objetos de uso cotidiano que develan algunos aspectos de la cultura coreana. En forma de tejidos y bordados.
Cultura coreana en el Museo del Traje
Cultura coreana en el Museo del Traje
lainformacion.com
Alessia Cisternino

No pasa todos los días que podamos admirar desde cerca más de 100 piezas provenientes directamente del Museo de Bordados de Corea – un museo que nació hace 50 años como colección personal de Huh Dong Hwa, actual director del museo – en las que la cultura coreana se desvela bajo forma de tejidos y refinados bordados.

La muestra Labores Milenarias. Tejidos del Museo de Bordados de Corea, celebrada con motivo del 60º aniversario de las relaciones entre Corea y España, cuenta con el comisariado de la doctora Eunsook Yang y se podrá visitar hasta el 30 de enero en el Museo del Traje de Madrid.

Una ocasión única para  acercar la mirada a los hanbok, literalmente indumentaria tradicional coreana, fijándonos en la elección de los tejidos y de los colores – rígidamente disciplinados según la clase social, el género y la ocasión – pero sobre todo en su sencillez y en su rechazo hacia los volúmenes, que, al contrario, caracterizan desde siempre la indumentaria occidental.

Por eso, la mayoría de estos hanbok están expuestos entre cristales y no encima de un maniquí, algo que permite observar su naturaleza en dos dimensiones, sin cuerpo y sin volumen. La misma bidemensionalidad en la que se pensaba también en el acto de coserlos y bordarlos.

A los hanbok también se acompañan decenas de objetos de uso cotidiano, como costureros, fundas para las gafas, bolsos y monederos, biombos, que ejemplifican de una manera excelente el chasu, que es como se llama el arte del bordado en coreano.

Pero quizás la sección más destacable de esta exposición es la que recoge los pojagui, pañuelos o paños cuyo tamaño puede ir desde 35 cm de lado hasta cubrir una cama, que las mujeres, y exclusivamente las mujeres, realizaban utilizando los recortes de tela y de hilos.

Una especie de "pachwork" con un valor simbólico que se refleja en todos los nombres que cada uno de estos pañuelos adquiere según sirvan para transportar dinero, libros, ropa sucia, alimentos, regalos, ofrendas a la divinidad, platos ceremoniales o bien papeles para actos fúnebres.

Nos es casualidad que cuando una hija se casaba, su madre confeccionara un buen número de pojagui para asegurar el bienestar del nuevo núcleo familiar al ser éstos portadores de suerte (pok, en coreano).

Es cierto que se puede decir de todas las exposiciones, pero en este caso de verdad que se trata de una ocasión irrepetible para meterse, aunque sea por media hora, en una cultura que desconocemos casi por completo y que en el recorrido de esta muestra no hace nada más que hablar de sí. Utilizando agujas, telas y colores.

 

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