"De Santos y milagros" saca a la luz al mago que escondía Álvaro Cunqueiro

  • Carmen Sigüenza.

Carmen Sigüenza.

Madrid, 21 mar.- Grande, inabarcable, todo escritura y todo magia para fugarse de la vida a través de la literatura. Así definió hoy César Antonio Molina al escritor Álvaro Cunqueiro en la presentación de la antología de "Santos y Milagros" que recupera la figura del autor gallego con siete cuentos inéditos y 138 artículos.

Un libro que saca a la luz a uno de los escritores más importantes de la segunda mitad del siglo XX, en gallego y castellano, que publica la Fundación Banco de Santander con la ayuda del profesor y filólogo Xosé Antonio López Silva, quien ha editado el libro y es el responsable del hallazgo de estos inéditos.

Una importante publicación que cuenta con un extenso prólogo del escritor gallego César Antonio Molina experto en la obra de Álvaro Cunqueiro (Mondoñedo, 1911-Vigo, 1981)

Novelista, poeta, guionista, dramaturgo y periodista, Cunqueiro se acercó a la literatura en sus más variadas formas. "Escritor asilado y excepcional, no ha tenido antecedentes ni descendentes", escribe Pere Gimferrer, quien añade que "lo suyo no es realismo mágico sino magia de las palabras".

Un libro que hace una panorámica por los textos y semblanzas hagiográficas de un Álvaro Cunqueiro interesado por los santos, "pero unos santos que eran para Cunqueiro magos, como Merlín", tal y como explica en el prólogo César Antonio Molina.

"Le encantaban los santos porque eran magos" -prosigue Molina- que considera a Cunqueiro "un mancillador del alma". "Una mezcla de mago, médico, casi con poderes mágicos que estaba dentro de un mundo grecolatino, renacentista, galaico".

"De Santos y milagros" contiene 138 artículos hasta ahora no publicados en un libro, procedentes del "Faro de Vigo", "La Vanguardia", "ABC", "La Voz de España", "Aire azul", "Misión" y "Catolicismo" y que no dejó de escribir hasta su muerte.

Además incluye siete relatos de ficción que Cunqueiro escribió bajo el pseudónimo de Álvaro Labrada y que Xosé Antonio López Silva encontró mientras estaba buscando unos textos hagiográficos para una ponencia sobre el escritor.

López Silva presenta así a un Cunqueiro hagiógrafo con el que se recupera "el valor de un escritor con un estilo profundamente personal, lleno de un gran sentido del humor, pero también con enormes cargas de nostalgia".

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