Día mujer. Un 'e-book' homenajea a toreras argelinas, cubanas, húngaras y estadounidenses


El e-book ‘La Humanidad, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Tauromaquia’ homenajea a una treintena de mujeres no españolas, de todas las épocas y continentes, que quisieron triunfar en el albero. La obra, que cuenta con más de 15.000 lectores hispanohablantes y acaba de lanzar su versión en inglés, es fruto del trabajo de más de 20 años de la periodista y escritora Julia Rivera.
La argelina Marie-Pierre Callet, la cubana Estrella Raya y la húngara Agnes Hideg, apodada ‘La Clavelita’, así como una docena de matadoras de toros de Estados Unidos, como Charlene Thames, en los carteles anunciada como ‘Carla Lee’, engrosan la detallada lista de profesionales taurinos que ha documentado la periodista.
El 'e-book', publicado en el portal ‘Taurología.com’, ya ha alcanzado la tercera edición en español y ha superado los 25.000 visitantes únicos, de los que 15.000 dedicaron entre 6 y 20 minutos consultar la obra, que vio la luz el 15 de mayo de 2014. Hace unos días, el citado portal lanzó la versión inglesa, ‘The World, Intangible Cultural Heritage for La Tauromaquia’ que, según pudo saber Servimedia, también está teniendo tan buena acogida como su predecesora en español. En las primeras cuatro jornadas en Internet había cosechado 564 visitas.
TOROS POR EL MUNDO
El trabajo está estructurado en cuatro bloques. El primero expone los festejos celebrados en países que hoy en día no tienen tradición taurina (aunque algunos la tuvieron): africanos, americanos, asiáticos y europeos.
El segundo capítulo está dedicado a la difusión de la cultura taurina mediante clubes, asociaciones, peñas y escuelas. Rivera subraya a este respecto que lugares como Suecia o Noruega cuentan con “activas” peñas y China tiene una escuela taurina.
La tercera parte es un recuento de las plazas de toros de todo el planeta, que desvela la cifra de 1.068: 727 que hay en Europa; 332 americanas (Estados Unidos ha construido 21); África conserva 8 plazas y Asia solo cuenta con la de Pekín.
Y, finalmente, ‘La Humanidad, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Tauromaquia’ ofrece un listado de todos los matadores, rejoneadores, picadores y banderilleros “que tomaron la decisión de pisar los ruedos allá en los lugares más recónditos del globo, como Mozambique, Israel, Siria, o, incluso, Australia”.
Como se ha visto en el caso de las representantes femeninas, “la gran cantera estadounidense es digna de admirar”, remarca Rivera. Por ello, subraya, “la tauromaquia no tiene fronteras y su cultura no queda limitada por su tradición geográfica. La tauromaquia pertenece al mundo, y el mundo, a la tauromaquia”.

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