"Dioses y perros" y "El oro del tiempo", dos historias de amor extremo

  • El XVII Festival de Cine Español de Málaga ha reunido hoy, en el ecuador del certamen, dos historias de amor extremo: "Dioses y perros", en la que Hugo Silva recibe tantos golpes en el boxeo, como en la vida, y "El oro del tiempo", donde un hombre guarda 30 años por amor el cadáver congelado de su esposa.

Málaga, 25 mar.- El XVII Festival de Cine Español de Málaga ha reunido hoy, en el ecuador del certamen, dos historias de amor extremo: "Dioses y perros", en la que Hugo Silva recibe tantos golpes en el boxeo, como en la vida, y "El oro del tiempo", donde un hombre guarda 30 años por amor el cadáver congelado de su esposa.

En "Dioses y perros", una metáfora constante del momento vital del país y del propio protagonista de la cinta, el actor madrileño interpreta a un sparring que no para de recibir golpes, un perdedor resignado a cumplir con un deber autoimpuesto por culpabilidad, pero también por amor.

En este quinto largometraje de David Marqués, el personaje protagonista lleva una vida gris en el barrio madrileño de Vallecas cuidando de su hermano minusválido y de un amigo exboxeador alcohólico, hasta que aparece una joven profesora que le hará ver las cosas de forma más optimista, aunque los problemas le obligarán a tomar una decisión que cambiará su vida y la de los que le rodean.

A Silva le llegó el guión y enseguida se "enamoró" tanto del texto como de su personaje, "por su forma de vivir, por su situación y sobre todo por sus contradicciones".

"Es un tipo que se supone que es duro, que cuida pero que no se sabe cuidar ni defender, que está anclado en la culpa y el autocastigo, y que se supone que es muy valiente porque se sube a un ring, pero no se atreve a vivir", ha afirmado el actor en una rueda de prensa.

Por su parte, Marqués afrontó la película "como un reto", por ser la primera vez que se enfrentaba a un drama, y quería "contar una historia de perdedores y de redención, con una estructura de 'road movie', pero sin ir más allá de Vallecas".

"El protagonista trabaja de sparrin, recibiendo golpes por todos lados y no se defiende, como una penitencia, porque tiene la conciencia jodida y se castiga, pero el boxeo no deja de ser una excusa en la película", ha añadido Marqués.

Considera "inevitable" que en una situación como la actual se toquen temas como la Ley de Dependencia, los desahucios o el paro, y cree que es "una película sobre personajes que viven la crisis, pero sin ser sobre la crisis", y que describe cómo en la vida hay "quienes se creen dioses y quienes se sienten perros: yo soy perro", ha dicho Marqués.

Por el contrario, el cineasta Xavier Bermúdez ha vuelto al Festival de Málaga con una propuesta alejada del momento actual, una historia de amor desmesurado e imposible basada en un hecho real que "podría haber sido un conflicto pasional y barroco", pero que él prefirió contar desde la vida cotidiana de un anciano enamorado, desde "sus deseos y sus miedos".

"El oro del tiempo" reescribe libremente una noticia sobre un hecho ocurrido en Francia en los años setenta, cuando un médico decidió criogenizar a su esposa muerta con la idea de resucitarla con los futuros avances de la ciencia.

El personaje de "El oro del tiempo" se adelanta en unos años a este suceso, y lo sitúa en Galicia a finales de los sesenta, cuando no había ningún tipo de regulación jurídica al respecto, ha explicado Bermúdez en una rueda de prensa.

Así, esta historia transcurre en el último año de un hombre que ha mantenido durante más de treinta el cadáver de su esposa congelado en una habitación de su casa y ahora vive con una joven y bella enfermera a la que ha contratado para que le cuide y le ayude en las tareas domésticas.

Esta mujer es Corona (Nerea Barros), una extraña que, poco a poco, va acortando la distancia que los separa, hasta que ella enferma y "se cambian los roles", ha dicho la actriz gallega.

"El conflicto es entre amor y tiempo, o amor y miedo -añade el realizador-, y los elementos se desarrollan a lo largo de la película, pero no se resuelven, sino que empieza otro conflicto", ha señalado Bermúdez, que ya fue nominado a la Biznaga en 2004 por "León y olvido" (2004) y se llevó el premio especial del jurado.

Ernesto Chao, que interpreta a don Alfredo, ha explicado que el protagonista está "condenado a vivir amores imposibles", ya que ama con locura, primero a una muerta, y luego a una mujer inalcanzable, lo que le lleva finalmente a tomar una decisión desesperada.

Por el momento, ninguna de las propuestas tiene fecha concreta para su estreno.

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