Diseño honesto y artesanía, pilares del complemento español

  • El diseño honesto y la artesanía son los pilares de los complementos españoles como bolsos, joyas y pañuelos de seda, muy valorados en los mercados internacionales demandantes de accesorios creados con mimo y con una historia detrás.

Celia Sierra y Carmen Martín

Madrid, 23 mar.- El diseño honesto y la artesanía son los pilares de los complementos españoles como bolsos, joyas y pañuelos de seda, muy valorados en los mercados internacionales demandantes de accesorios creados con mimo y con una historia detrás.

"Nuestros complementos tienen una intrahistoria. En el extranjero se valora que esté hecho en España", ha explicado Marina Casal, miembro de la firma Andrésgallardo, en el tercer desayuno "60 minutos de moda con EFEstilo", celebrado en la Agencia EFE en colaboración con ACME y en el que también han participado Helena Rohner, Julia Vergara de SuTurno y Gonzalo Fonseca de Steve Mono.

"El complemento español sale al mercado exterior con un calidad buena y con una historia detrás, sin que haya nada que ocultar", añade Casal, que junto con Andrés Gallardo crea joyas oníricas de porcelana rota que han conquistado el mercado extranjero y nacional.

Julia Vergara, la mitad de la firma SuTurno junto a Javier Ballo, especializada en estampación, pañuelos de seda y líneas de textil y hogar, cree que un proyecto "siempre" tiene éxito cuando "la persona que hay detrás se lo cree".

Todos ellos, junto con la veterana Helena Rohner -quince años diseñando joyas- coinciden en lo "fundamental" de salir fuera y mostrar sus creaciones en ferias de prestigio internacional, como son las de París, Nueva York y Florencia.

"Es la manera de presentar una colección a todo el mundo, y ubicarte en un espacio en el que hay otra gente que hace lo mismo que tú", explica la creadora canaria, que ha notado un cambio sustancial desde que ella empezó, ahora todos los diseñadores muestran sus productos fuera.

Para Fonseca, alma mater de la firma Steve Mono, especializada en bolsos, "el camino a seguir son las ferias internacionales", ya que mientras en España "la gente se va a la marca", fuera los compradores arriesgan y apuestan por firmas desconocidas, como las españolas.

Así, los compradores que se acercan a los puestos de estos diseñadores en las ferias internacionales se interesan por conocer los detalles del proceso de elaboración. "A la gente le gusta saber cual es la historia que hay detrás de cada complemento", añade el creador de bolsos.

"Hay que hacer las cosas como sabemos hacerlas en España, con manos artesanas, porque están viniendo las grandes marcas de fuera y se las están llevando", explica el diseñador sobre el buen oficio y prestigio a lo largo de los siglos de los artesanos españoles.

Para Vergara, que se dio a conocer con un bolso de edición limitada encargado por Marc Jacobs, es "un dolor" que no se mantengan los oficios artesanales, una consecuencia de una sector que "quizá no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos", pero reconoce que es necesario "recuperarlo".

Aunque Rohner considera "un auténtico lujo" que cada accesorio esté realizado de un modo artesanal, cree que hoy hay un "gran salto" entre el oficio de artesano y el diseño.

"Vivimos con miedo a que ese proveedor artesanal desaparezca. estamos perdiendo cultura", añade Fonseca, para quien la "única manera de salir adelante es volver a los orígenes".

Así, el tándem Andrés Gallardo utiliza para sus joyas de porcelana a antiguos artesanos de productos de decoración; SuTurno solo ha encontrado una costurera especializada en hacer el orillado de sus pañuelos a mano, y la firma Steve Mono recurre a guarnicioneros y herreros -especializados en monturas y herrajes- ante la escasez de artesanos que trabajen la piel.

Estos diseñadores son prueba de que lejos queda aquella época en la que los diseñadores se escondían arropados por su propio ego, ahora acuden a ferias, donde venden y explican el producto, o incluso contestan el correo electrónico a sus clientes, una cercanía que se valora mucho, coinciden.

Entre estas cuatro firmas juntan más de dos centenares de puntos de venta en el mundo, con nombres tan elitistas como Harvey Nichols (Londres), Paul Smith o YMC (Nueva York), donde venden sus productos a un precio superior al de los complementos de las grandes cadenas de moda 'lowcost', pero que no alcanzan las disparatadas cifras de las grandes firmas de lujo.

"Cuando una falda vale 5.000 euros, es porque más de la mitad se va en publicidad", asegura Gonzalo Fonseca, que se declara antilogo, y por eso esconde el de su firma en el interior de las piezas que diseña.

A los cuatro creadores les gusta la moda, pero se "revelan" contra ella, desean hacer algo más cercano, otra perspectiva de las tendencias "más en contacto con la piel", puntualiza Rohner, que desea que la gente se "divierta más cambiando de complementos".

Si para Marina Casal los complementos son atemporales, para Julia Vergara son "pequeños tesoros que acompañan a lo largo de la vida".

Más práctico se declara Fonseca que concluye el desayuno diciendo que "el diseño es hacer bello lo útil".

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