"Distancia siete minutos", una disección quirúrgica de la relación padre-hijo

Madid, 8 ene.- Un viaje al interior de la relación de un padre y un hijo con la excusa de la expedición del robot Curiosity a Marte es la trama de "Distancia siete minutos", la obra que la compañía Tiziana estrena hoy en el Teatro La Abadía de Madrid.

Diego Lorca y Pako Merino, escritores, directores e intérpretes de la pieza y fundadores de la compañía, han presentado hoy en rueda de prensa esta pieza, que definen como "una disección quirúrgica de las relaciones".

Lorca y Merino son un juez y un acusado, pero también un hijo y un padre que mantienen una conflictiva relación, después de que el primero haya tenido que regresar tras ocho años a la casa familiar, el mismo tiempo que tardó el robot Curiosity en partir hacia el planeta Marte desde que nació el proyecto.

"Distancia siete minutos" desarrolla así un paralelismo entre la deteriorada relación entre padre e hijo, que deben soportar o solucionar, y el error de aproximación que descubren los científicos en el Curiosity, que han de obviar o solventar.

La obra plantea cómo resulta a los individuos más complejo "viajar a su interior en busca de su sufrimiento" que desarrollar una nave que permita encontrar la felicidad o un sucedáneo de ella en el espacio, explican sus creadores.

Para llegar a esa peculiar conexión, Tiziana realizó un proceso de investigación y observación de los temas cotidianos, como es habitual en sus creaciones, para lo que acudió a las conferencias del II Congreso Internacional de la Felicidad en Madrid, a la prisión La Modelo de Barcelona y a los juzgados civiles y penales de esa ciudad y de Cerdanyola del Vallès.

Empezaron por "el lado oscuro", por los lugares donde falta la felicidad, para estudiar las "circunstancias de alguien que está encerrado", y después se trasladaron a los juzgados, donde observaron que la mayoría de los conflictos que los jueces abordan son "problemas de incomunicación".

Poco a poco surgieron las conexiones con el tema de la búsqueda de la felicidad y se llegó a la expedición del Curiosity, que refleja esa distancia entre los individuos y ese interés por cuestiones más complejas, en vez de por los problemas personales cotidianos.

Lorca y Merino, formados en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq de París, fundaron la compañía en 2001 y desde entonces han producido "Sueños de psiquiátrico", adaptada también al cine, "Entrañas" y "Exitus".

Merino y Lorca han optado por una puesta en escena "minimalista", con tres sencillos muebles y sin cambios de vestuario: "En el teatro se usan cada vez más medios audiovisuales, pero nosotros vamos a la contra", explican los directores e intérpretes.