Ednodio Quintero: "En el cuento, no se le da un respiro al lector"

  • La aspiración de un buen cuentista es que el lector "no suelte hasta el final" el relato, que se lo lea de un solo tirón, sin un respiro, afirma en una entrevista con Efe el escritor venezolano Ednodio Quintero, que publica en España "Ceremonias", con cuentos escritos a lo largo de veinte años.

Barcelona (España), 17 nov.- La aspiración de un buen cuentista es que el lector "no suelte hasta el final" el relato, que se lo lea de un solo tirón, sin un respiro, afirma en una entrevista con Efe el escritor venezolano Ednodio Quintero, que publica en España "Ceremonias", con cuentos escritos a lo largo de veinte años.

De la mano de la editorial Candaya, "Ceremonias" completa la publicación en dos volúmenes de la narrativa breve de Quintero, tras "Combates", libro que recoge los cuentos de madurez del autor y que llegó a las librerías españolas en 2009.

En el cuento "no se le da un respiro al lector", considera el autor, que, desde hace ya unos años, se ha pasado del género del relato breve a la novela, porque, según confiesa, había "descubierto el mecanismo" de esta forma de narrativa breve y ya no le emocionaba.

Pese a haber "quedado atrás la época de los cuentos", reivindica el género y su proceso de escritura, y destaca que, si bien ahora se dedica más a la novela, no ha dejado "la forma breve" como estilo de narrativa.

Quintero, que rechaza la definición de "realismo mágico" para su obra, destaca que sus relatos se nutren del uso de la imaginación, de lo vivido y también de sus propios sueños, y comparte la idea de que en algunos países de América Latina, especialmente los del Caribe, hay una forma distinta de relato, más intenso que el de autores en Europa, donde el estilo y contenido son más rígidos.

"Y no solamente los que escribimos en español" en América, también los autores que escriben en inglés en las Antillas, subraya, antes de considerar que "tiene que ver incluso con el clima".

"Hay grandes escritores europeos, pero en general escriben sobre un continente un poquito cansado. Nosotros todavía no nos hemos cansado. Son solo 500 años de historia y una dinámica distinta", comenta Quintero, para quien, no obstante, Europa "sigue siendo el centro del mundo".

"En tierra americana, en el Caribe, hay esta fuerza especial, este color. Hay escritores, gente muy bien formada", dice, y agrega que en Estados Unidos también existe "una literatura muy fuerte".

Sobre el hecho de que el Premio Nobel de Literatura haya sido este año precisamente para una autora de cuentos, Alice Munro, el escritor venezolano comenta que el galardón ha premiado "a la mujer, a la lengua inglesa y al cuento".

Respecto a sus últimos trabajos, tras dejar el relato corto, Quintero manifiesta que la novela le da "más libertad", porque es "más imprecisa en su definición", si bien cuestiona lo que se entiende por narrativa breve o larga y señala que todo es "asunto de legitimación", al igual que el hecho de ser considerado "escritor".

"¿Quién decide? El lector, el tiempo, la academia, la prensa, los premios...", comenta Quintero, que ha publicado recientemente en su país "El hijo de Gengis Khan", un libro que el propio autor ha definido como una "novela bicéfala".

Quintero, que vive en su tierra natal de los Andes venezolanos aunque su afecto por Asia, especialmente Japón, le ha llevado a pasar largas temporadas allí, se inspira para la primera parte en un recuerdo personal, que traduce en la mirada al mundo de un bebé no nacido, mientras la segunda parte se concibe en tierras niponas.

El escritor asegura que no se dedica a escribir por dinero o por premios: "Trabajo porque es una cosa que me da mucho placer", dice quien considera que su oficio viene de "la práctica y la ambición".

Preguntado sobre su país, el autor, nacido en 1947 en Las Mesitas (estado de Trujillo), en los Andes venezolanos, lo define como "un país musical... y deportista, béisbolero", pero, aunque sin entrar en cuestiones políticas, subraya la situación de las librerías, que se dividen entre las del gobierno y las privadas, así como los problemas por la escasez de papel.

"Ahorita (el papel) no se consigue. Incluso hay escasez de papel de imprimir", comenta Quintero, quien lamenta asimismo que el Premio Rómulo Gallegos, uno de los más importantes de América Latina, que se concede en Caracas, esté "totalmente ideologizado".

Pese a los diversos problemas, "sigue el mundo de la creatividad", resalta Quintero, quien señala las editoriales alternativas, tipo cooperativas, que se crean en su país, y otras iniciativas independientes.

El autor, del que algunos dicen que escribe de forma "rebuscada", añade: "He sido lector toda la vida, y eso enriquece muchísimo. La zona de los Andes (venezolanos) es la más culta del país y también hay allí islas lingüísticas, donde se habla un español de épocas pasadas".

"Son muchas las expresiones que tenemos y las incorporo. El idioma es el instrumento que tienes (...), y la vida se refleja en lo que uno hace, en lo que escribe", afirma.

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