Eduardo Mendoza: La incertidumbre del presente lleva a mirar al pasado

  • El escritor español Eduardo Mendoza cree que el interés que suscitan las novelas relacionadas "con el pasado inmediato" podría deberse a "la incertidumbre" que produce el presente, en el que los ciudadanos viven "entre la decepción, la desesperanza y la inseguridad".

Guadalajara (México), 30 nov.- El escritor español Eduardo Mendoza cree que el interés que suscitan las novelas relacionadas "con el pasado inmediato" podría deberse a "la incertidumbre" que produce el presente, en el que los ciudadanos viven "entre la decepción, la desesperanza y la inseguridad".

"Tenemos la sensación de haber llegado al final del camino y de no saber hacia dónde ir. Y en estos casos siempre se vuelve la vista atrás", afirma en declaraciones a Efe Mendoza, que estos días ha visitado por primera vez la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

En esta feria, la más importante del ámbito hispano, Mendoza ha comprobado hasta qué punto su novela "Riña de gatos", galardonada con el Premio Planeta 2010 y ambientada en Madrid, pocos meses antes de que estallara la Guerra Civil española (1936-1939), ha sido "bien recibida" en México.

Mendoza, uno de los novelistas españoles más destacados de las últimas décadas, está "impresionado y sorprendido por la respuesta de la gente" en esta feria del libro. "Todos los actos están concurridísimos y los autores son tratados como escritores de primera fila".

"Yo me voy con una impresión muy especial, sobre todo acostumbrado a esas ferias tan cansinas que hay por Europa, donde la gente va a lo que le interesa y nada más, y donde, si organizas actos, van dos personas y se quedan dormidos en la primera fila", dice con su habitual sentido del humor el novelista, que regresa hoy a España.

Mendoza no sabe exactamente a qué atribuir la participación masiva de la gente en la FIL (cada día hay un centenar de actividades literarias y se llenan casi todas), pero quizá se deba a que "hay países que tienen a los escritores como algo especial porque su identidad está representada en ellos, y otros que no".

"Por ejemplo, Francia siente por los escritores una especial debilidad que Inglaterra no tiene, sin que eso suponga que un país sea más culto que otro. Italia no tiene ningún interés por los escritores, ni propios ni ajenos, e Irlanda sabe que vive de sus escritores", comenta el autor barcelonés.

Y en los países de América Latina "los escritores han hecho mucho para ponerlos en el mapa", asegura Eduardo Mendoza, autor de novelas como "La verdad del caso Savolta" o "La ciudad de los prodigios".

Desde que ganó el Planeta en octubre de 2010, Mendoza ha tenido tiempo de "reflexionar" sobre el interés que suscitan las novelas sobre la Guerra Civil española.

Por una parte, comenta, "hay un interés en revisar la Guerra Civil. Se acabó la generación de la guerra y hay otra nueva que quiere conocer este tema",

Pero, "últimamente", el escritor cree que, quizá, "este interés por el pasado inmediato" tenga que ver "con la incertidumbre del presente, con esta situación en la que estamos un poco con la sensación de haber llegado al final del camino y de no saber hacia dónde ir, un poco entre decepción, desesperanza e inseguridad".

En España, donde la crisis económica está dejando en el paro a millones de ciudadanos, la gente siente también "impotencia".

"Tenemos la sensación que se nos ha ido todo de las manos, y de que ni el gobierno saliente ni el entrante saben qué hacer", dice el escritor tras recordar que en las elecciones del pasado 20 de noviembre el Partido Popular, en la oposición hasta entonces, ganó por abrumadora mayoría absoluta.

Mendoza afirma que en España se ha vivido "en una especie de cuento de hadas" durante años y existe "la sensación de que la culpa de la crisis la tenemos un poco todos", no solo los políticos, los bancos o los especuladores.

El escritor no confía demasiado en que las medidas que adopte el nuevo gobierno sirvan para salir de la crisis.

"Da la sensación de que hay una rueda que está rodando hacia un lado y que es muy difícil ponerla a rodar hacia el otro", afirma. EFE.

Mostrar comentarios