El árabe pierde posiciones frente al inglés en su propia casa

  • El inglés cada vez se impone más al árabe en las empresas, los medios de comunicación e incluso en la educación en países de la Península Arábiga como los Emiratos Árabes Unidos, donde la lengua anglosajona es la más hablada. La preocupación es tal, que las autoridades del país han decidido poner en marcha un plan para reimpulsar el uso de su idioma identitario.
Tom Hundley | GlobalPost

(Dubai, Emiratos Árabes Unidos). El otoño pasado sólo cinco nuevos estudiantes se matricularon en el curso de Lengua y Literatura Árabe en la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos, la cifra más baja en los 34 años de historia del centro. Esos números explican uno de los mayores temores de esta nación: que la lengua árabe se esté muriendo lentamente en este rincón de la Península Arábiga.

El árabe es actualmente la tercera lengua más hablada en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), después del inglés y el hindi. Sin embargo, esto apenas puede resultar sorprendente en un país donde los trabajadores extranjeros conforman más del 80 por ciento de la población. Los emiratíes son una minoría privilegiada en su país rico en petróleo, pero su idioma (y con ello, su conciencia de identidad nacional) corre el peligro de acabar engullido por una marea implacable de consumismo occidental.

A diferencia de otros idiomas minoritarios en Europa que corren el peligro de acabar arrollados por la universalidad del inglés - como el holandés o las lenguas escandinavas-, no hay apenas dudas de que el árabe, con más de 300 millones de hablantes nativos, vaya a sobrevivir como una de las principales lenguas del mundo.Pero ¿qué va a ocurrir en lugares como EAU o Qatar, donde el inglés se ha convertido en la lengua franca del comercio, los medios de comunicación y la educación, o en el norte de Irak, donde el kurdo está apartando al árabe?

“En estos sitios creo que tenemos que ver al árabe como un idioma en peligro de extinción”, afirma Kamal Abdel-Malek, profesor de Literatura Árabe en la American University de Dubai (AUD). “Estamos ante una auténtica crisis, porque el idioma es una herramienta unida a la cultura. Si esa herramienta falla, ¿cómo se va a producir algo que valga la pena?”, se pregunta.

En Dubai, la mayor y más cosmopolita ciudad de los Emiratos, el árabe comparte espacio con el inglés en la señalización de calles y centros comerciales, pero uno tiene que esforzarse para escuchar a la gente usarlo de forma cotidiana.En cambio, lo que se escucha habitualmente es una especie de árabe rudimentario. Esto sucede especialmente entre los niños, que parecen aprenderlo de sus cuidadoras paquistaníes o filipinas.

Además de la importante cantidad de personas que no hablan árabe, la mayor amenaza para la región del Golfo Pérsico es el cambio hacia el uso del inglés en la educación superior. Education City, en la ciudad de Doha, es un ejemplo claro de esta tendencia. En sus esfuerzos para crear un sistema educativo de primera clase a partir de cero, el Gobierno de Qatar ha reclutado a un puñado de grandes universidades de Estados Unidos para establecerse en un moderno campus a las afueras de la capital. Entre las instituciones que tienen ya su sede en Doha están las universidades de Georgetown, Cornell, Northwestern y Carnegie Mellon.

De forma similar, el Gobierno de Abu Dhabi ha dado a la Universidad de Nueva York un cheque prácticamente en blanco para que abra una subsede en el emirato. Y en Qatar, que ha creado una versión más pequeña del campus de Doha, ya se han instalado universidades británicas y australianas, además de la Michigan State estadounidense. Por otra parte, la American University en Dubai y la American University en Sharjah son instituciones locales que ofrecen a los alumnos un plan de estudios igualmente estadounidense.

Incluso en la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos, el centro educativo por excelencia de los Emiratos Árabes Unidos, el inglés se está convirtiendo rápidamente en la lengua habitual de las clases. “Yo no tengo ningún problema con esto. Me gustan los experimentos”, reconoce Ahmad Al-Zubi, jefe del asediado departamento de Lengua Árabe de la universidad. “La crisis a la que nos enfrentamos [con el árabe] es un tema distinto”.Al-Zubi culpa de esta situación a las escuelas de primaria y secundaria de EAU, donde se intentan enseñar las dos lenguas, pero que demasiado a menudo fracasan con ambas. “Los estudiantes llegan aquí tras 12 años de escuela y no son capaces de escribir una frase correcta ni en inglés ni en árabe”, afirma.

Un nuevo plan nacional, presentado a principios de mes con la vista puesta en 2021 (año del 50 aniversario de los Emiratos), subraya esta preocupación: “El árabe resurgirá como una lengua dinámica y vibrante, utilizada en todas partes, tanto en forma escrita como hablada, como un símbolo viviente de los valores nacionales árabes-islámicos”, indica el plan, que incluye muy pocos detalles sobre cómo se van a lograr dichos objetivos.

La ley actual exige que todos los extranjeros estudien árabe en la escuela secundaria. Los alumnos de origen árabe lo deben estudiar como primer idioma; los demás, como segundo.“El problema es que tenemos que encontrar una manera mejor de compartir nuestro idioma con los extranjeros”, dice Lina Wright, jefa del departamento de Árabe de Wellington International School, una escuela de educación primaria privada en Dubai. “Tenemos que encontrar formas para hacer que el árabe sea divertido, tan interesante como otras materias de la escuela, especialmente entre los más jóvenes”.

Otros sostienen que la única manera de recuperar la primacía del árabe es mediante leyes estrictas y una aplicación contundente de las mismas. Pero Abdel-Malek, de la AUD, que anteriormente dio clases en las universidades de Princeton y Brown, no está de acuerdo. “No deberíamos acabar imponiendo leyes lingüísticas”, dice. “Las leyes no pueden mantener la vitalidad de una lengua. No creo que se pueda obligar a la gente a conservar un idioma”.

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