El arquitecto que erigió el Centro de Avilés habla de la obra de Niemeyer

  • Belén Palanco.

Belén Palanco.

Redacción Cultura, 6 dic.- Para Javier Blanco, el arquitecto español que levantó el Centro Niemeyer de Avilés (Oviedo, norte de España), éste es "un ejemplo representativo" de la forma de construir del arquitecto brasileño recientemente desaparecido.

El director del estudio New Order Arquitectura (Oviedo) ha destacado "la utilización del hormigón en todo el edificio y de la curva y el color", como ha dicho hoy a Efe.

Blanco, que en junio de 2011 mantuvo un largo encuentro con Óscar Niemeyer, fue quien se encargó de levantar ese museo en la ciudad asturiana de Avilés, siguiendo los planos del brasileño y junto con el equipo de confianza del mismo.

El Centro Niemeyer es una muestra del "dominio de la escala en el edificio; es decir, de la adecuación de las dimensiones de la arquitectura pensadas para el uso del hombre", ha recalcado.

"Niemeyer es uno de los grandes arquitectos del siglo XX que se iniciaron en el uso del hormigón como elemento plástico para sus obras, y Avilés es un claro ejemplo de esa teoría", ha señalado Blanco.

El arquitecto ha resaltado que sus colegas han mostrado "su asombro positivo ante el Centro, en el sentido de la extraordinaria capacidad del edificio de expresarse con el hormigón hasta sus límites más plásticos y estructurales".

Además del uso del hormigón, el Centro Niemeyer, único edificio de construido en España por el arquitecto fallecido, es una obra representativa de dos elementos claves en la carrera del brasileño: la curva y el color.

El museo está pintado en blanco integral con toques de amarillo y rojo, "un ejemplo del empleo de los colores básicos, que tiene mucho que ver con la Escuela Bauhaus, donde se promovía el uso de los colores primarios en el arte y la arquitectura, en general", ha señalado.

Asimismo, el brasileño empleó la curva en el museo avilés, ya que entendía que "la línea recta es una creación artificial del hombre, que es forzada. De ahí que acudiera a la curva, que se inspira en la naturaleza, en las mujeres y, por tanto, encuentra la línea más sensual y natural", ha añadido.

El Centro Niemeyer tiene "un nivel de abstracción en sus formas que aparentan ser simples, pero que, en realidad, son sencillas y tienen mucho contenido detrás a nivel estructural, funcional, formal y simbólico", ha concluido.

"Avilés se transformó con el Centro Niemeyer", que ha sido recibido como "un regalo" por los habitantes. "A pesar de que no hay papeleras, la gente no tira los papeles al suelo ni hacen grafitis", ha recordado.

Con respecto a la trascendencia del fallecido arquitecto en el panorama internacional, Blanco ha señalado que "Niemeyer ha marcado las líneas de lo que debería ser la arquitectura del futuro: pensar más en las necesidades del hombre y no en una arquitectura megalómana que obvia el sitio y el uso determinado".

Blanco ha destacado también "la pasión con la que trabajaba, hablaba y transmitía sus pensamientos, y la coherencia de su obra arquitectónica con su forma de pensar", ha recalcado.

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