El autor del polémico plano del Metro se pasa al libro ilustrado

  • Rafa Sañudo, el diseñador del último mapa del Metro de Madrid, acaba de sacar a la luz su primer libro ilustrado, 'El Panteón de los Ilustres Ilustrados' (Sins Entido) en el que personajes de lo más peculiar enseñan pequeñas cosas de la vida diaria a niños y a no tan niños. Sañudo reconoce que cada proyecto que entra en su estudio es totalmente diferente al anterior. lainformacion.com se cuela una mañana dentro de él.
Ylenia Álvarez

Rafa Sañudo es un hombre del Renacimiento en pleno siglo XXI. En su estudio pueden encontrarse 'inventos' visuales de lo más curioso y singular, entre ellos, varias ilustraciones del vestuario que diseñó para El Gran Lebowski, los 'storyboards' que realizó para los hermanos Coen en Fargo, decenas de portadas de CDs y los carteles con uno de los diseños más polémicos de los últimos años, el del mapa del Metro de Madrid. 

Ahora parece haber cambiado de tercio (momentáneamente) y se mueve entre monigotes de lo más peculiar como son el señor de los ojos como huevos fritos o la gallina Pitita. Todos se reúnen en El Panteón de los Ilustres Ilustrados, su primer libro ilustrado en el que estos personajes enseñan pequeñas cosas de la vida diaria.

Sañudo estudió en la Escuela de Cine de Los Ángeles y se especializó en escenografía, sin embargo, no le gustó nada la idea de ceñirse a una sola cosa"y eso de que la vida te conduce a que te vayas decantando más por una cosa o por la otra", a él no le ha sucedido todavía. "Noto que lo que más me divierte son muchas cosas de corto recorrido, saltar de una a la otra. Cada proyecto que entra en mi estudio es un proyecto totalmente diferente al anterior", afirma. Eso sí, nunca se separa de un papel y reconoce que todos los procesos creativos en sí mismos se parecen.

"El libro del Panteón empezó como un divertimento en un verano en el que empecé a distraer a los niños de la casa con dibujos. Les hacía un personaje extraño y ellos lo copiaban o hacían su interpretación del tema", relata el artista. Más tarde Sañudo se dio cuenta de que podía colarles mensajes y los completó y redibujó hasta llegar a 80 o 90 personajes. Meses más tarde los monigotes de su cuaderno pueden colarse en las casas de los niños españoles porque el libro se ha publicado recientemente. "Yo creo que lo disfruta igual un niño de 6 o de 8 años que un adulto porque tiene varias lecturas", admite.

El plano más polémico y el más usado

Atrás quedan ya las críticas a su diseño del plano del Metro de Madrid. Amante de los planos del metro, "cuando a mí me pidieron una propuesta yo era consciente de que lo que yo estaba haciendo era un cartel electoral" y también de que "siempre que cambias algo de utilidad pública que lleva muchos años utilizándose la valoración es negativa. De hecho, hubo un momento en que estuvieron a punto de cargarse el plano, entre otras cosas, porque cuando lo publicaron en un periódico sin consultarme no estaba terminado y era un boceto lleno de erratas. Un plano inacabado", relata Sañudo.

A pesar de todo, los ojos le brillan de forma especial cuando habla del proyecto: "Como trabajo puro de diseño gráfico es lo más bonito que me han encargado nunca", afirma. "Soy usuario de metro y fan de los mapas de metro y me conocía muy bien toda la historia de Harry Beck, el primer diseñador de un plano de metro y me hizo mucha ilusión el proyecto, que hice conjuntamente con mi compañero Carlos Velasco, que falleció el año pasado. Segimos llevándolo desde aquí y hacemos todos los cambios de estaciones, de obras... Ahora estamos trabajando las líneas individuales", matiza.

El diseño de un plano esquemático

"Una de las cosas que no se valoraban cuando se criticaba el plano es que había que hacerlo en un tamaño A-5 (no sé muy bien por qué), así que meter 85 estaciones nuevas en ese trocito de papel era infumable", cuenta Sañudo. "Optamos por hacer una prismación, como un plano convexo donde la parte del centro de Madrid está ampliada y donde todo lo que está en los radios se reduce al esquema total", añade. 

Rafa Sañudo explica así que "el plano no es un plano geográfico, es un plano esquemático. Cualquiera que conozca la historia del pleno del metro sabe que ese es el gran hallazgo de Harry Beck: cargarse el plano geográfico porque lo que verdaderamente le interesa a la gente es ir de un sitio a otro con las menores estaciones y transbordos posibles".

En los últimos tiempos el diseño parece que está resultando en sí mismo bastante problemático. Para Sañudo "todo el mundo se siente con derecho a opinar sobre él, lo cual a mí me parece bien, pero creo que es necesario razonarlo y muchas veces te encuentras el "me gusta" o "no me gusta" sin una base sólida al dar la opinión".

"Hasta cierto punto la llegada del ordenador ha hecho mucho daño al diseño porque cualquiera lo coje y abre un Photoshop o un Quark o un FreeHand y ya es diseñador. Para mi los grandes diseñadores no usan el ordenador para nada. Todo es papel y lápiz", afirma contundente.

La redacción ideal

En el estudio de Rafa Sañudo se 'cuecen' muchas cosas: videoclips, agendas, portadas, campañas... Sañudo reconoce que mucha gente que está en el ámbito creativo le cuesta mucho toda la parte del trato con el cliente," la "venta" no les interesa y eso es algo que a mi me ha divertido siempre mucho". 

En el libro La tercera ola de Alvin Toffler se habla de los sitios de trabajo y "a mí me gusta muchísimo ir a los sitios donde trabaja la gente y me llama mucho la atención la poca cabeza que tienen los empresarios para montar los espacios de trabajo, ya que montan espacios muy hostiles y con la estructura un poco de la propia empresa que es piramidal y yo creo que eso conduce muy poco a que haya un ambiente de trabajo agradable", señala el diseñador.

Por ejemplo, para Sañudo, "una redacción de un medio de comunicación o un periódico yo la monatría en un espacio abierto y con una única mesa gigantesca central que fuera un especio de trabajo done al gente pueda estar (al estilo de la sala de la serie El Ala Oeste de la Casa Blanca) y luego en todo caso tendría que haber una sala de reuniones a puerta cerrada y a lo mejor hay ciertos puestos que necesitan tener un despacho".

"En principio sería eso: una mesa común y mucho teletrabajo. La redacción tendría que ser un espacio donde la gente va, se reúne, se encuentra y pueda trabajar casi en cualquier puesto y también desde casa", añade.

Quién sabe quizás si este pueda ser uno de sus próximos proyectos, esos de los que va saltando como abeja de flor en flor hasta que sin querer ha recolectado en forma de miel una interesante y extensa carrera que se mueve entre lo artístico y lo funcional. De una forma u otra, así podría describirse a Rafa Sañudo.

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