El 'Chick Lit' ya no está de moda

  • Eran guapas, ricas y categóricamente reacias a una relación estable. Ahora están casadas, divorciadas o enfrentándose a la maternidad. ¿Qué ha pasado a las heroínas despreocupadas de la literatura para chicas?
Alessia Cisternino

Es sin ninguna duda una de las tendencias literarias más importantes y rompedoras de la última década y lo demuestra el hecho de que haya sido necesario inventar un nombre para hablar de ella: Chick Lit, es decir literatura ("lit" del inglés "literature") para chicas ("chick" es la palabra con la que, en un argot más o menos halagador para el género femenino, se alude a las jóvenes mujeres). Las pioneras de este género fueron entre otras la creadora del fenómeno 'Sexo en Nueva York' Candace Bushnell y, al otro lado, quizás diametralmente opuesto, Helen Fielding, la 'mamá' de la soltera de todas las solteras Bridget Jones. Era finales de los años '90 y la literatura dirigida a las mujeres era por la mayoría novela rosa.

"La novela chick lit es la novela romántica moderna" explica Esther Escoriza, editora de Esencia, el sello de la editorial Planeta especializado en literatura romántica. "Es un género reciente que nació a finales de los 90. Son novelas frescas, desenfadadas, con humor y con un final que no siempre es feliz, y si lo es, suele suponer un sacrificio. Estas novelas se centran más en la vida de la protagonista. Los entornos son urbanos y cosmopolitas y se caracteriza por la ausencia bastante generalizada de romanticismo, lo cual marca la principal diferencia entre este género y la literatura rosa tradicional".

Sin embargo, últimamente, este fenómeno editorial parece estar apagándose un poco: dando un paseo entre las estanterías de una librería cualquiera resulta cada vez más difícil encontrar uno de estos libros en el espacio de las novedades dominado por las heroínas oscuras de Stieg Larsson, los vampiros románticos de la saga de 'Crepúsculo' y el omnipresente – en las librerías tanto como en los vagones del metro, verdadero termómetro literario de una ciudad – Federico Moccia.

¿Y si, buscando bien, encontramos uno? ¿Qué pasa? Pasa que tropezamos por ejemplo con un libro como 'Persiguiendo un diamante' de la autora del más conocido 'El diablo viste de Prada' Lauren Weisberger cuyas protagonistas se enfrentan cada una a su crisis personal: quien pierde al hombre de su vida por culpa de una mujer más joven, quien empieza a notar alguna grieta en su vida perfecta y quien tiene miedo a que la fiesta se le acabe en muy poco tiempo.

"El género chick lit como tal está en declive" afirma Cristina Armiñana, editora de la línea Chick Lit de Random House Mondadori "porque las grandes autoras del género – Jane Green, Emily Giffin, Lisa Jewell, Marian Keyes, Candace Bushnell, Helen Fielding– han crecido, han madurado, al igual que su público, y han evolucionado en las temáticas de sus libros hacia la novela femenina actual. Está claro que si ya has vivido un divorcio en propias carnes o en el de tus amigas, ya no te crees que en cuanto conozcas a Mr. Right todos tus problemas se habrán solucionado y serás feliz hasta el fin de tus días".

"El gran mérito del chick lit" explica Cristina Armiñana "fue que acercó hacia los libros a un público lector que no leía libros habitualmente, se limitaba a leer revistas femeninas y de moda. Al crear contenidos que apelaban directamente a sus intereses estas autoras lograron animar a leer libros a muchas lectoras. Y estas lectoras ahora siguen leyendo sus novelas, eso sí, novelas con temáticas renovadas, en definitiva más maduras: ¿cómo reconstruirse después de un divorcio?; ¿cómo puedo estar segura de haber elegido bien, y que aquel chico que dejé no era de verdad el adecuado (ahora que se me come la rutina)?; ¿qué hago si no puedo tener hijos y mi sueño de “comeremos perdices y viviremos felices” en una gran familia se me hace añicos?".

"Esta renovada novela femenina actual" sigue "habla sobre la pareja, la amistad, las elecciones que haces en la vida y que no tienen vuelta atrás, los hijos o la ausencia de ellos, la relación con unos padres que de pronto se vuelven frágiles. Si el target del chick lit inicialmente era de 20-35 años, mujeres urbanas, profesionales y con aspiraciones de sofisticación, ahora siguen siendo las mismas mujeres que ya han cumplido los 40 y tienen otros problemas: ya no es encontrar al amor de tu vida y progresar en el trabajo, sino solventar una vida que es bastante más complicada de lo que parecía a los 30, pero que a pesar de todo sigue mereciendo la pena, pues el común denominador de estas novelas continúa siendo, como en el chick lit, un trasfondo optimista y de coraje para seguir adelante. Muchas veces recurriendo al humor, pero sobre todo con una descripción de las emociones y sentimientos muy auténtica y certera".

¿Otro ejemplo? Rebecca Bloomwood, la legendaria adicta a las compras de la autora inglesa Sophie Kinsella y otra gran heroína del chick lit, tras haber saqueado todas las tiendas de Londres y Nueva York, se casa y tiene una niña con la que…irse de compras. De tal palo, tal astilla. Vale, no es exactamente un retrato ideal de maternidad, pero algo del espíritu del chick lit aún en su declive tendrá que quedar. ¿No?

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