El cine de los superhéroes pirados

  • “The Green Hornet” certifica que el séptimo arte apuesta fuerte por un tipo de hombre enmascarado cercano a la figura del antihéroe.
Julio Vallejo | aviondepapel.tv
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Salir a la calle enfundado en un esquijama y ocultando el rostro con una máscara no es precisamente normal. No obstante, el cine parece en los últimos años interesado en mostrarnos a unos superhéroes que van más allá de la esquizofrenia de Batman.

Como una caricatura del hombre murciélago, “The Green Hornet“ (2011), el personaje -que en el filme de Michel Gondry encarna un simpático Seth Rogen- no tiene poderes y cuenta también con un compañero, el fiel Kato, aunque el objetivo primordial no sea siempre salvaguardar la ley y el orden, sino más bien matar el aburrimiento.


Enmascarados disfuncionales

Algo similar le sucede a Dave Lizewski, un chaval corriente que se enfunda un traje de superhéroe comprado por Internet para salir de su monótona existencia. Lo que no sabía es que como Kick-Ass iba a recibir una verdadera somanta de palos.

No obstante, en algunos casos, los deseos de ser superhombre pueden deberse a un efecto secundario de los medicamentos, como le ocurre a Michael Rappaport en “Special” (2006), donde el pobre se pasa toda la cinta dándose trompazos.

Las rupturas sentimentales también son origen de vocaciones heroicas. Claro está, si te birlan a Liv Tyler, como le pasa a Rainn Wilson en “Super” (James Gunn, 2010), sólo hay una alternativa: ponerse un traje rojo para librar a la dama de las garras del malvado.

Igualmente trastornado resulta el pobre “Defendor” (Peter Stebbings, 2009), un hombre con problemas para diferenciar entre la realidad y la fantasía que se aliará con una prostituta para perseguir al terrible Capitán Industria.

Frikis al ataque

Más fantasiosa resulta todavía “Scott Pilgrim contra el mundo” (Edgar Wright, 2010), cinta donde el protagonista tiene que hacer frente a los ex novios con poderes extraordinarios de una chica para poder ser su nueva pareja.

Curiosamente, el cine también ha abordado el tema de los superhéroes disfuncionales desde el (¿falso?) documental. Peris Romano lo hace en “Llámame Parker” (2010), que sigue los pasos de un hombre que tiene como profesión ser Spiderman.

No obstante, no todos los hombres enmascarados se dedican a socorrer a los demás. En algunos casos, el traje simplemente les sirve para ayudarse a ellos mismos.

“Confessions of a Superhero” (Matthew Ogens, 2007) se ocupa de ellos. El documental sigue las andanzas de cuatro personas que se disfrazan de los protagonistas de los tebeos de Marvel o DC para ganar unos dólares en el Paseo de la Fama de Hollywood.

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