"El diario de Carlota", un filme adolescente "ni amarillista ni radical"

  • Madrid.- Cuando parece que los adolescentes están de vuelta de todo en su espiral de drogas y sexo desenfrenado, el joven realizador José Manuel Carrasco mira "de manera muy positiva y optimista, ni amarillista ni radical" esta etapa de la vida en "El diario de Carlota", apoyado por populares rostros televisivos.

Madrid.- Cuando parece que los adolescentes están de vuelta de todo en su espiral de drogas y sexo desenfrenado, el joven realizador José Manuel Carrasco mira "de manera muy positiva y optimista, ni amarillista ni radical" esta etapa de la vida en "El diario de Carlota", apoyado por populares rostros televisivos.

"No es una película mojigata, pero es sexo adolescente es torpe y nada estilizado. Hablan más de sexo de lo que lo practican, y cuando lo practican les sale mal. Es el encanto de esta parte de la vida", explicó Carrasco, que debuta en el largometraje con esta historia basada en el libro "El diario rojo de Carlota" de Gemma Lienas.

Como viene siendo habitual en las últimas películas dirigidas al público adolescente, "El diario de Carlota", que se estrenará el 23 de julio, tiene un reparto plagado de rostros de la pequeña pantalla y muchos de ellos estuvieron en la presentación de la película hoy en Madrid.

Andrea Ros, vista en "El internado"; Lydia Fairén, intérprete de "Dieciocho"; Lorena Mateo, de "Cuestión de sexo", y David Castillo, el popular Jonatan de "Aída", aparecen en esta película, que cuenta con una aparición especial de Maxi Iglesias, que copa el podio de la pasión adolescente gracias a su personaje de Cabano en "Física o Química".

Todos ellos son "personajes" en ese diario que hila la película y que no es sino el manual para el sexo que comienza a escribir Carlota, una adolescente que descubre que las ganas que tiene de acostarse con su chico chocan con el agobio que le produce su desconocimiento de las técnicas del placer.

"Vi todas las películas sobre adolescentes que se han hecho últimamente y no me gustaron. Mi referente siguen siendo las películas de los ochenta, las de John Hughes. Ahí están también el sexo y las drogas, pero todo desde un cariño y un respeto", reconoció el cineasta.

Así, la inocencia está en todos los personajes: desde el que interpreta Lydia Fairén, a la que "le gustan todos los chicos pero no ha salido nunca con ninguno", según la actriz, y que acabará vistiéndose de hombre para acercarse al nuevo "amor de su vida", hasta el de Lorena Mateo, que "parece la más adulta, pero es igual de adolescente que las demás", reconoció la intérprete.

Y, desde luego, la inmadurez y la confusión planean como factores comunes en una época en la que todavía no son reprochables. "Es bonito recordar algunas cosas que hiciste entonces o algunas que te quedaste con las ganas de hacer", reflexionó Iglesias.

Pero Carrasco, que explicó que rehizo todos los diálogos para hacer la películas más suya, matiza que la inestabilidad y las dudas no desaparecen con la edad, gracias a los personajes adultos, interpretados por Ana Rayo y Luis Callejo.

"Durante dos semanas estuve con las tres chicas todo el rato y ellas me contaban todas sus cosas. Me sentí una más. La cuarta", concluyó entre bromas el director.

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