El director de la saga de "Saw" elige Barcelona para un filme de profecías

Barcelona.- El director de las secuelas de la saga de terror "Saw", Darren Lynn Bousman, rodará desde enero en Barcelona "11.11.11", un filme con el reparto por cerrar, pero en el que seguro no estará Paris Hilton, con quien ya trabajó en "Repo! The Genetic Opera", que no encaja en este thriller sobre profecías.

Las combinaciones numéricas curiosas en el calendario, vinculadas al fin del mundo y otras catástrofes o las venidas de mesías demoníacos, siempre han dado juego en el género fantástico, como bien sabe Bousman, que estos días se encuentra en Barcelona para ultimar localizaciones y una selección internacional, en la que habrá actores españoles.

En una entrevista a Efe, Bousmam, autor también del guión, no desvela demasiado del contenido de la historia -esperando que el "marketing viral" haga su trabajo- aunque en la escueta sinopsis se habla de una teoría numérica que vaticina, en la fecha del título, la apertura de una misteriosa puerta 11 que traerá al mundo "algo sobrenatural" por lo que los ángeles a convertirse en guardianes.

Para aumentar el "misterio" en torno a su contenido, la película se comenzará a rodar el próximo 11 de enero (11-1-11) y se estrenará el 11 de noviembre (11-11-11), en una de esas carambolas buscadas que tanto gustan a los "freaks" de los filmes de terror, que no se acostumbran a que nunca pasa nada cuando llega la temida fecha.

Bousman (Kansas, 1979), un nombre que los aficionados al terror asocian sin dudar al "gore" -como responsable de las entregas 2, 3 y 4 de la serie "Saw" y otros filmes de sangre y vísceras- opta en esta ocasión por un terror más místico y atmosférico, y donde la ciudad de Barcelona será "un personaje más".

La religión y el concepto de fe son otros de los ingredientes con los que juega esta producción, al fin y al cabo para Bousman, licenciado en religiones asiáticas, los grandes abismos terroríficos con los que se enfrenta el hombre son: "el pensar que estoy equivocado con mis creencias, el miedo hacia lo desconocido y la soledad".

Al margen de este misticismo, el mismo director se atreve a hacer una profecía: "El 3-D no será la salvación del cine", y señala que el efecto estroboscópico podrá ser una fórmula para títulos como "Avatar" de David Cameron, pero no cree que sea la fórmula para filmes del tipo "Mi cena con André", de Louis Malle, asegura entre risas sobre un sistema que considera se está utilizando en exceso.

"Nuestra película está hecha en 2-D, podría ser en 3-D, posiblemente, pero no nos interesaba, quizás la secuela... pero sin que dé dolor de cabeza", añade.

La elección de la capital catalana como lugar de rodaje tiene mucho de personal. Además de por ser una ciudad que le fascina, está relacionada con sus visitas al Festival de Sitges, donde presentó "Repo!" y "Mother's day" -que clausuró la última edición- y en la que se declaró a la que ahora es su actual esposa.

Como balance de la década que acaba, en la que el cine fantástico ha tenido un gran auge, Bousman elige los filmes de "cineastas que se arriesgan" y que más le han gustado: "The black swan", de Darren Aronofsky, o "Martyrs", de Pascal Laugier, y cita también algunos títulos españoles como "El laberinto del Fauno", de Guillermo del Toro, "El Orfanato", de José Antonio Bayona, y "REC", de Jaume Balagueró.

Sobre la insumergible Paris Hilton, que trabajó en la opera musical gore "Repo! The Genetic Opera", y cuyo nombre aparece inevitablemente en las entrevistas que le hacen por todo el mundo, Bousman sólo tiene buenas palabras.

"Es una mujer de negocios muy inteligente que ha convertido su nombre en marca, en negocio. Detrás de ese personaje hay una mujer lista, sofisticada y con un discurso interesante, pero no cuadraba para un tema dramático como '11.11.11'", bromea el director.

Junto a Bausman, está en Barcelona el productor de la cinta, Wayne Rice, responsable de éxitos como "Un día de San Valentín", el filme de Garry Marshall protagonizado por Julia Roberts.

Rice, considerado como uno de los productores independientes de mayor proyección asegura que cada película, al margen de su presupuesto supone un reto. "Ahora con este proyecto más pequeño, el desafío es lograr una buena película con poco dinero, como ocurrió con Paranormal Activity, donde la visión del director es más fácil de identificar, sin cuatrocientos asistentes ni recubierto de 3-D", defiende.