El diseñador Ángel Sánchez se reinventa tras 25 años de éxitos

  • Tras 25 años de trayectoria, el diseñador venezolano Ángel Sánchez, quien ha vestido a estrellas de Hollywood como Sandra Bullock y Eva Longoria, pasa página a su carrera e inicia un nuevo capítulo para explorar otros mercados, en especial, Latinoamérica.

Marta Florián

Santo Domingo, 25 oct.- Tras 25 años de trayectoria, el diseñador venezolano Ángel Sánchez, quien ha vestido a estrellas de Hollywood como Sandra Bullock y Eva Longoria, pasa página a su carrera e inicia un nuevo capítulo para explorar otros mercados, en especial, Latinoamérica.

Sánchez celebra estos días su cuarto de siglo en la moda y los aprovecha para "explorar cosas nuevas", según asegura en una entrevista con Efe en Santo Domingo, ciudad que visita esta semana con motivo de la séptima edición de DominicanaModa.

Aunque han sido años de éxitos, el diseñador, afincado en Nueva York hace doce años, confiesa que la moda internacional "es una carrera dura" y "el que diga lo contrario no está diciendo la verdad", pero "hay que empezar de cero y ser humilde y (tener) mucha perseverancia para no tirar la toalla".

Sin embargo, afirma que en ese mercado no ha sentido discriminación, sino, "todo lo contrario, un interés por lo latino y por lo que venimos a aportar".

El creador, arquitecto de profesión, afirmó que aún tiene muchas cosas por hacer, entre ellas crear una línea más accesible para llegarle a un mayor público, hacer ropa para hombres o crear su propio perfume.

Además, abrir tiendas en países como el suyo, o en Colombia, México, Panamá y en la República Dominicana, en cuya capital presentó el lunes "Flores y satélites", una colección de vestidos de cóctel inspirada en el escultor Rafael Barrios, de origen venezolano.

Con todo esto, Ángel Sánchez, uno de los latinos más conocidos en el mundo de la moda, quiere agradecer a un público que le ha apoyado en 25 años de carrera, afirmó.

Para Sánchez, la moda de la región "está entrando en una etapa muy importante", ya que, en su opinión, "cada país se está creando su propia plataforma, sus trabajos, el trabajo de sus diseñadores emergentes o el de sus talentos establecidos".

Eso "es importante, escuchar esa voz que viene de cada uno de nuestros países", sentencia.

El venezolano asegura que se siente "halagado" y "motivado" por la buena critica y el respeto que reciben las creaciones de los diseñadores latinos en Nueva York y opina que en gran parte se lo deben a dos grandes de la moda nacidos en América Latina: su compatriota Carolina Herrera y el dominicano Oscar de la Renta.

Ellos "han abierto puertas a los diseñadores latinos" en Estados Unidos y otras latitudes, que entienden, señala, "que nosotros como diseñadores tenemos muchísimo que ofrecer".

"El mercado internacional está muy atento a los diseñadores latinos, porque considera que tenemos una voz única en el mundo internacional (y) eso se lo debemos a los maestros y a los que nos antecedieron", explica Sánchez.

A lo largo de su carrera, el creador venezolano que tiene entre sus clientes a Eva Longoria, Sandra Bullock, Meryl Streep y Beyonce, entre muchas otras, dice que su inspiración sigue siendo la mujer, y su estrella favorita: su cliente.

"Me inspira la mujer, su feminidad, el poder camaleónico que tiene en transformarse con la noche, el maquillarse, el peinarse (...), me encanta la mujer y me encanta ser intérprete de la personalidad de las mujeres", subraya en la entrevista.

Y por encima de las celebridades o de la mujer internacional, este venezolano asegura que se queda, respeta, quiere y consiente a la mujer latinoamericana.

Acerca de la crisis económica que vive el mundo desde 2008, Ángel Sánchez dice que "la recesión generó un pánico en el consumidor, en los proveedores" y todo fue "muy traumático".

En ese entonces, el diseñador se encontraba en pleno proceso de crecimiento, pero la situación le obligó a "bajar la velocidad" y crear una línea más accesible.

"El mercado es distinto desde 2008, el consumo es distinto (..), el lujo como se entendía antes de 2008 no ha vuelto", ahora "la mujer es mucho más precavida con sus gastos", argumenta.

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