El eterno "007" Brosnan y el poeta Cave imprimieron su estilo en la Berlinale

  • El actor Pierce Brosnan, con su gesto de eterno James Bond, y el músico Nick Cave, en su áurea de poeta maldito, imprimieron hoy su estilo en la Berlinale, el primero como el perfecto caballero y el segundo en su característico "look" de luto riguroso.

Berlín, 10 feb.- El actor Pierce Brosnan, con su gesto de eterno James Bond, y el músico Nick Cave, en su áurea de poeta maldito, imprimieron hoy su estilo en la Berlinale, el primero como el perfecto caballero y el segundo en su característico "look" de luto riguroso.

"Hacer de James Bond fue un regalo, una oportunidad única, que me abrió las puertas para hacer carrera a escala internacional. Amo este trabajo y por eso festejo cada papel que he hecho antes o después del 007", apuntó Brosnan, presente en ese festival al frente a la película "A long way down", exhibida en Berlinale Special.

"La fama viene y se va. Dicen que es una trampa, pero no resulta tan fácil caer en ella", añadió el actor, quien compareció ante los medios junto al director del filme, Pascal Chameil, y su compañera de reparto Toni Collette, entre otros miembros del equipo.

Basada en el bestseller del mismo título de Nick Hornsny, "A long way down" presenta a un cuarteto de personajes cansados de vivir, la noche de Fin de Año, sobre el tejado de un edificio de Londres.

Lanzarse o no lanzarse al vacío, es la pregunta común a esos personajes -que no comparten edad, condición social ni problemas- y que pactarán "aguantar" juntos hasta San Valentín antes de decidir si dan o no el paso sin retorno.

Brosnan acaparó los flashes, exhibiendo la elegancia británica inherente a su más famoso personaje y como si ese toque debiera acompañarle de por vida, independientemente del papel que esté interpretando.

Asimismo fidelidad absoluta a su estilo mostró Cave, de negro riguroso como el resto del equipo del documental "20.000 Days on Earth", un exhaustivo retrato del poeta y músico australiano, incluido en la sección Panorama.

A Cave se le presenta en el documental, dirigido por la pareja de cineastas formada por Jane Pollard y Ian Forsythe, como un individuo poético y a la vez irónico, muy en el papel de iconoclasta corrosivo pero a la vez tranquilo con que se identifica al músico australiano.

El documental sigue a su personaje -desde que se levanta hasta que se acuesta-, mezclando esas imágenes con documentos, fotos, imágenes de archivo y algunos comentarios de invitados de lujo, como la cantante Kylie Minogue.

"No sabría si comparar el filme con un diván de psicoanálisis. Lo mejor es que vayan a verla, quienes no lo hicieron aún, y examinen ahí lo que cuento de mi infancia, por ejemplo", apuntó el músico.

"No teníamos una estructura clara. Esto es una especie de documental orgánico que se ha generado sobre la marcha", indicó Forsythe, quien compareció tan estrictamente de negro como el resto del equipo y compartiendo con su tándem en la dirección, Pollard, aquello de lo que Cave no adolece: sobrepeso.

Cave fue recibido en Berlín como un viejo conocido y amante de la capital alemana, una de las ciudades donde ha residido, junto a Melbourne, Londres o Sao Paolo.

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