"El Fandi", por encima de las circunstancias, "se inventa" dos orejas

  • Huesca.- El diestro David Fandila "El Fandi" cumplió una importante tarde en la que brilló por el compromiso y entrega ante dos toros en el límite de todo, a los que cortó una oreja a cada uno, hoy en Huesca.

"El Fandi", por encima de las circunstancias, "se inventa" dos orejas
"El Fandi", por encima de las circunstancias, "se inventa" dos orejas

Huesca.- El diestro David Fandila "El Fandi" cumplió una importante tarde en la que brilló por el compromiso y entrega ante dos toros en el límite de todo, a los que cortó una oreja a cada uno, hoy en Huesca.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros -primero y quinto- de San Mateo, descastados, otros dos -segundo y cuarto- de San Pelayo, flojos y sin raza, y uno -el sexto- de Carmen Lorenzo, noble y sin fuerzas. El tercero fue un "remiendo" de Zalduendo, noble aunque a menos.

Manuel Jesús "El Cid", silencio y ovación.

David Fandila "El Fandi", oreja y oreja.

Cayetano Rivera, silencio tras aviso y silencio.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde calurosa.

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"EL FANDI", CADA DÍA MEJOR

"El Cid" no pudo hacer prácticamente nada con su primero, que en ningún momento quiso pelea, y con el que tampoco se dio mucha coba.

El cuarto resultó igualmente poca cosa para un "Cid" que esta vez al menos trató de cumplir el expediente. El toro, muy gazapón, cortito de viaje y que reponía las embestidas, no acompañó, pero el torero logró "robarle" pases sueltos de buen trazo.

"El Fandi" se justificó de sobra con su aplomado primero, al que cortó un trofeo por una faena muy animosa en el capote, espectacular en banderillas y entregada en la muleta que, pese a no tener la suficiente redondez, al menor contó con pasajes interesantes.

Lo mismo con el quinto, otro toro en el límite de todo, con el que el granadino fue un torbellino en todos los tercios. Labor de raza que le valió un nuevo trofeo.

Cayetano no acabó de verlo claro con su primero, un toro que, aunque en el límite de todo, regaló algunas embestidas que el hombre no aprovechó.

El sexto, flojo y muy apagado, no permitió tampoco el lucimiento. Cayetano dio algún pase suelto de buen aire aunque sin redondear nada.

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