"El Juli" no suelta el acelerador y conquista también la "Puerta del Toro"

  • Salamanca.- Otra gran tarde de "El Juli", rotunda por la inmaculada faena de dos orejas a su primer toro, consiguiendo así otra conquista más en el palmarés de su impecable temporada: abrir la "Puerta del Toro", hoy en Salamanca.

"El Juli" no suelta el acelerador y conquista también la "Puerta del Toro"
"El Juli" no suelta el acelerador y conquista también la "Puerta del Toro"

Salamanca.- Otra gran tarde de "El Juli", rotunda por la inmaculada faena de dos orejas a su primer toro, consiguiendo así otra conquista más en el palmarés de su impecable temporada: abrir la "Puerta del Toro", hoy en Salamanca.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Garcigrande, en escalera, sin fuerzas y bajos de raza, aunque "dejándose" segundo, cuarto y quinto. El tercero, sobrero de Torrealta, un buen toro a pesar de lo mucho que berreó.

Francisco Rivera "Paquirri": tres pinchazos, estocada corta y descabello (silencio tras aviso); y dos pinchazos, casi media y descabello (leves pitos).

Domingo López Chaves: pinchazo, estocada que hace guardia y cuatro descabellos (ovación); y bajonazo (oreja).

Julián López "El Juli": gran estocada (dos orejas); y tres pinchazos (ovación al ser aupado a hombros antes de salir por la Puerta Grande como le correspondía).

La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde de nubes y calor bochornoso, con viento de ligero vendaval al final.

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MAESTRÍA DE "EL JULI"

"El Juli" otra vez. Está dando la cara en todas las ferias, en todo tipo de situaciones. Con el bueno y con el malo, feliz protagonista por su regularidad en el triunfo. El de hoy fue claro y rotundo.

Había sido devuelto el toro titular, tambaleante a la salida del primer puyazo. El sobrero de Torrealta, en tipo de embestir, no falló. "El Juli" lo cuajó con el capote en el recibo a la verónica, instrumentando a continuación un vistoso quite por chicuelinas.

El toro tomó un único puyazo con celo, pero "acostado" sobre el peto, que es como decir empujando con un solo pitón. Y embistió a más en la muleta, pero sin dejar de berrear. Queda claro por tanto que aún siendo toro notable, no era para la vuelta al ruedo como pidió parte del público.

La suerte del animal fue caer en manos de "El Juli", que a la postre conseguiría que aflorara su buen fondo. Maestría del diestro, amén del valor y la misma delicadeza que tuvo en la interpretación.

Muy suficiente desde las probaturas, "metiéndose" por abajo con el toro. Dos tandas a derechas de trazo firme y exquisito. Y aunque los primeros naturales fueron de uno en uno, pronto inyectó "El Juli" al toro el ímpetu que le faltaba por ese pitón, a base de colocación y temple.

Al "torrealta" no le quedó más que ir y volver, en embestidas ya muy seguidas. Tandas de cuatro, cinco y hasta seis muletazos, y espléndido manojo de remates. Faena más que limpia, muy estética, honda y pura, definitivamente muy enfibrada hasta en los adornos que se conocen como toreo accesorio.

El concepto de maestría lo marcó el hecho de que "El Juli" toreó donde quiso y como quiso. Faena grande con la oportuna rúbrica de una gran estocada. Cortó las dos orejas más auténticas de la feria.

Pero no pudo redondear Julián López con el sexto, un toro blando y "con guasa", que reponía las embestidas, defendiéndose, sin pasar de las medias arrancadas y, por si faltaba, "orientándose". Menos mal que empujó poco o casi nada. "El Juli" lo intentó, pero fue inútil. Y ni siquiera lo mató bien.

Oreja también en la tarde para López Chaves, que reaparecía tras el doble percance que había sufrido hace quince días en Barcelona, con una lesión de hombro que según la recomendación del cirujano jefe de la plaza, Enrique Sierra Gil, debía haber cuidado más de cara a posibles secuelas. Pero los toreros, se ha dicho siempre que son de otra pasta, terminan haciendo lo que les parece.

El caso es que Chaves tuvo un primer toro que "se dejó" y al que enjaretó una faena de bonito repertorio. Tuvo movilidad y fijeza el animal, y la respuesta del torero de Ledesma fue muy buena si no llega a ser por el fallo con los aceros.

El quinto duró menos, exactamente media faena. Chaves acertó a exprimirlo más allá de lo que dio de si, incluso después de llegar a "rajarse" en tablas. Un bajonazo en toda regla, con vómito incluido, dio paso esta vez a una oreja con sello de puro paisanaje.

"Paquirri" pasó como una sombra, y eso que el hombre se esforzó en dos trasteos tan largos como insulsos.

No se comprometió con el primero de corrida, un novillo de apariencia, sin fuerzas y defendiéndose mucho. El cuarto fue más claro pero el trasteo quedó marcado por las dudas y la desconfianza.

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