El Low Cost honra a los caídos

Javier Herrero

Benidorm (Alicante), 23 jul.- Mando Diao y Love of Lesbian han mostrado hoy que existen muchas formas de hacer rock y que al menos dos muy grandes se han congregado en el último día del Low Cost Festival, que ha honrado además a todos los caídos en una jornada negra para la crónica social y para la musical.

A la noticia de los casi cien muertos en un incidente armado en Noruega, al parecer a manos de un exaltado, se ha unido hoy el hallazgo del cadáver de la artista británica Amy Winehouse en su casa de Londres, lo que ha suscitado todo tipo de condolencias por parte de los asistentes y artistas a este encuentro musical.

"Hay un día después del mañana", han recordado de casual negro los componentes de la banda sueca Mando Diao, que han dedicado su tema "If I Don't Live Today, I Might Be Here Tomorrow" a "todas las personas que se han marchado hoy", mientras que Santi Balmes, líder de Love of Lesbian, ha querido acordarse de "tanta gente que lo está pasando mal".

En lo meramente musical, la banda liderada por Bjorn Dixgard y Gustaf Noren ha exhibido toda una lección musical, con un concierto impecable en el sonido, en el que cada instrumento ocupaba su plano y lugar, incluidas las voces, tan nítidas como si se tratara del disco.

Su rock vivo con claro influjo de los años 60 ha devuelto al Low Cost a la esencia de este estilo, a aquellos primeros Rolling Stones sin pasar aún por el tamiz del punk y el glam, que vestían pantalón y camisa y que sólo se permitían unos flequillos largos y unos ritmos vibrantes como síntomas de rebeldía.

Así se han presentado los Mando Diao, pulcros en el vestir y con un conjunto instrumental que apelaba a las bases del rock, con doble de todo: voces, percusión y mucha cuerda en general, con una sección de apoyo a guitarras y bajo compuesta por tres violines y un violoncello.

Con el teclado, en total han sido diez los músicos que han ofrecido una lección de cómo se debe sonar en directo, a lomos de temas bien conocidos por sus seguidores como "Gloria", "Dance with somebody" o "Sheepdog", en un repaso a su discografía, que va de "Bring'Em In" (2002) hasta su reciente "MTV Unplugged" (2010).

Tras ellos, el escenario grande ha sido ocupado por otra manera de practicar el rock, una perspectiva "muy de la tierra", como ha dicho Santi Balmes sobre los físicos de las playas de Benidorm, con "chichas y michelines", alejados de cualquier atisbo de metrosexualidad o de los apolíneos físicos suecos.

En cualquier caso, su fórmula conquista en estos lares tanto o más -mucho más- que otras, a tenor de los miles de brazos en alto que han jaleado a esta veterana banda de Barcelona durante todo el concierto, cuyo repertorio ha sido decidido a través de las redes sociales por sus seguidores.

Así de cercano es también su directo, que parece una fiesta entre amigos en el que no hacen falta adornos. Ellos sencillamente salen, cantan y encantan, estableciendo un diálogo de tú a tú con el público, un colegueo sólo posible tras años de romance lesbiano con su gente, algo en lo que juega un papel clave su cantante, incansable.

"1999" o "Incendios de nieve" entre otras han hecho las delicias de algo menos de 10.000 personas, que han seguido con intensidad desde el minuto inicial el directo más concurrido de la jornada, demostrando que su capacidad de reclamo está en horas altas y que su nombre quizá merecía un lugar mejor que el noveno lugar del cartel.

Los demás vértices del polígono roquero en que se ha convertido hoy el Low Cost los han puesto bandas de gran proyección futura, como Klaxons y su vertiente punk electrónica, manteniendo la línea ascendente en intensidad, y otras más veteranas como los españoles Sexy Sadie, en su gira de reunión tras cinco años de su disolución.