Madrid, 21 nov.- Tras su paso por el teatro Valle Inclán, "El malentendido", de Albert Camus, abre mañana su segunda temporada en el Matadero de Madrid con el objetivo de volver a "sacudir" al público con la dureza de este texto dirigido por Eduardo Vasco e interpretado por Cayetana Guillén Cuervo y Julieta Serrano.
"Cada vez tengo más metida la función, más interiorizada. Es un texto brutal y sacude muchísimo al espectador y a los actores. Cada vez que lo hacemos no nos cansamos de interpretarlo, es como los grandes textos que tocan temas realmente importantes, que te pegan una sacudida y una y otra vez", ha reconocido Guillén Cuervo a Efe.
La obra, que estará en cartel hasta el 15 de diciembre, cuenta el regreso de Jan, a quien da vida el actor Ernesto Arias, a la pensión que regentan su madre y su hermana, (Serrano y Guillén Cuervo, respectivamente) 20 años después de abandonarlas para hacer fortuna.
Vuelve con la idea de que ellas le reconocerán, pero no es así y ese malentendido será fatal para él ya que estas mujeres sobreviven asesinando a sus huéspedes para robarles sus bienes.
El reparto se completa con la actuación de Lara Grube, como esposa de Jan, y Juan Reguilón, quien da vida al "anciano criado".
"Es una tragedia que pende de un hilo emocional muy frágil y ahora está muy masticada por nuestros corazones y nuestra inteligencia", ha detallado la actriz, quien también ha puntualizado que pasan "cosas muy hermosas en escena" debido a la puesta en escena basada "en el texto y en las interpretaciones".
La obra de Camus, inspirada en un suceso real, se estrenó en 1944 en París y veinte años más tarde llegó a España de la mano de un grupo de jóvenes actores pertenecientes al Teatro Español Universitario (TEU).
Una generación de intérpretes que Guillén Cuervo ha calificado de "insustituible", y en la que trabajaron sus padres, el actor Fernando Guillén y la actriz Gemma Cuervo, y su actual compañera de reparto.
"Ellos abrieron ideas para abrir el horizonte, nos ayudaron a comprender las cosas, a traer a los grandes autores. Mi padre me decía que eran muy jóvenes -ha confesado-, que estaban en plena dictadura y se jugaban el dinero que tenían. En lugar de hacer una comedia, traían a Camus, que era un autor prohibido, en plena dictadura".
En este sentido, la intérprete madrileña ha dicho que con la obra quiere reconocer la "valentía" de esta generación que, según sus palabras, hicieron comprender "la vida en general".
En esta segunda temporada, la actriz pretende que vaya "tan bien" como fue en el Valle Inclán y "amortizar" el dinero público invertido.
"La intención ha sido colaborar para que precisamente ese dinero público invertido se amortice y que como gustó tanto, la gente que no lo vio lo pueda ver ahora. Es una maravilla poder volver", ha concluido.
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