El nuevo cine brasileño irrumpe en San Sebastián con Fernando Coimbra

  • Magdalena Tsanis.

Magdalena Tsanis.

San Sebastián (España), 24 sep.- A Brasil no ha llegado la crisis, y hay toda una generación de jóvenes cineastas rodando sus primeras películas, como Fernando Coimbra (Riberao Preto, Brasil, 1976), que ha sorprendido en el Festival de San Sebastián con "O lobo atrás da porta", un drama con elementos de suspense.

"En los próximos años se verán grandes películas de Brasil", asegura Coimbra en una entrevista con Efe, y "es algo curioso porque se da un denominador común, que es el flirteo con el 'thriller'".

Un buen ejemplo de ello es "Neighbouring Sounds", de Kleber Mendonça, candidata brasileña al Óscar a la mejor película extranjera, que refleja el desencanto de un barrio de clase media amenazado por la especulación inmobiliaria y la violencia urbana.

"Quizá en los próximos años entendamos este movimiento", señala Coimbra, cuyo debut cinematográfico también se centra en la clase media y en concreto en los suburbios de Río de Janeiro.

"Quería rodar en esos barrios, porque no suelen aparecer en los filmes brasileños. Siempre aparecen o las favelas o la zona rica, pero la parte más grande de Río son los suburbios, y la mayoría de la gente vive allí, gente normal".

Los protagonistas de "O lobo atras da porta" son una pareja, Sylvia (Fabiula Nascimento) y Bernardo (Milhem Cortaz), cuya hija pequeña es secuestrada en la escuela. La policía sospecha de Rosa (Leandra Leal), amante de Bernardo.

La trama se estructura con saltos temporales a partir de los interrogatorios en la comisaría y, a medida que transcurre, se van desvelando los rincones oscuros de ese triángulo, mientras crece la incertidumbre.

"Está basada en una historia verdadera que leí hace quince años en una revista vieja de los 60 y me obsesioné con ella. Me puse a investigar y decidí hacer una película. No es que buscara una idea para una película, sino que era una historia que me obsesionaba", explica.

"Quería saber qué puede llevar a un ser humano a cometer un crimen violento y radical", precisa.

Dice Coimbra que una de las cosas que más le gustan de dirigir es el trabajo con los actores. "Ensayamos durante tres semanas de forma muy intensa y meticulosa, repetíamos muchas veces cada escena y, sólo cuando llegaban a la emoción adecuada, rodábamos, cuando sabía que podían hacerlo", señala.

Los tres protagonistas son actores conocidos en Brasil.

"A Leandra la elegí porque quería una actriz que, sin decir nada, transmitiera que había muchas cosas ocurriendo en su interior, y ella era la mejor para esto. También me gustaba que fuera dulce".

Coimbra recuerda que, cuando llamó a Cortaz para ofrecerle el papel, éste se emocionó de verdad. "Siempre había hecho papeles planos, de malo, de policía y, cuando leyó la historia, le fascinó", afirma.

En cuanto a Fabíula Nascimento, que "normalmente hace comedia", explica que le venía "muy bien" para abordar el sentido del humor de los habitantes de los suburbios de Río: "Son gente muy divertida, hablan mucho, me venían bien esos toques, pese a ser un drama duro".

Gran admirador de directores como Scorsese, Kubrick o Sergio Leone -"siempre pienso en él cuando estoy rodando", afirma-, Coimbra rodó nueve cortos antes de embarcarse en este primer largo, para el que consiguió una subvención pública: fue uno de los siete elegidos entre más de 300 candidatos.

La exploración del "lado oscuro" del ser humano siempre le ha atraído, y su próximo proyecto, que acaba de empezar a escribir, gira en torno a una red de lotería ilegal de nuevo en Río de Janeiro.

"Es una trama de corrupción, con implicaciones políticas, y está basada en una historia real, pero los personajes no son reales".

Brasil ha sido hoy la gran protagonista de la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, ya que también se ha proyectado "De Menor", una historia sobre una abogada recién licenciada que se ve en la tesitura de tener que defender a su hermano adolescente.

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