El poeta favorito al Premio Nobel de Literatura para todos los suecos

  • En Suecia quieren que el Premio Nobel de Literatura se quede en casa. Y si existe alguien quien sufre en silencio es el poeta Tomas Tranströmer. Cuando la Fundación Nobel anuncie el literato laureado de este año, quizás Tranströmer ya lo sepa, tal vez sienta, por fin, alivio; o bien se sumerja en una nueva decepción; o nada de nada.
El poeta sueco Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931) es uno de los candidatos más mencionados para lograr el Premio Nobel de Literatura 2010
El poeta sueco Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931) es uno de los candidatos más mencionados para lograr el Premio Nobel de Literatura 2010
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David González / Aviodepapel.tv

El poeta sueco Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931) es uno de los candidatos más mencionados para lograr el Premio Nobel de Literatura 2010. Cierto es que tiene en contra que han sido muchos los europeos que en la última década han pronunciado el discurso de aceptación –José Saramago (Portugal), Günter Grass (Alemania). Doris Lessing (Reino Unido) o Herta Muller (Alemania), por ejemplo, ésta última la galardonada del año pasado-.

Pero lo cierto es que la obra poética de Tranströmer es la más valorada en Suecia junto con la poesía de Swedenborg y Strindberg, los tres autores suecos más reputados de la poesía universal.

El poeta más traducido tras Neruda

"Para que entiendas quién es Tranströmer, te diré que es el poeta más traducido en Estados Unidos después de Pablo Neruda", nos responde Diego Moreno, fundador de Nórdica Libros, la única editorial que puede presumir de disponer de un poemario del escritor sueco en las librerías españolas: su título es "El cielo a medio hacer" (Nórdica, 2010).

"Muchos críticos dicen que hablar de Tranströmer es hablar de Dios (en mayúsculas), porque es el poeta más influyente de los últimos 35 años. Sólo su nombre es difícil de pronunciar, porque su poesía es sencilla", reitera Moreno.

Moreno explica que Tranströmer es un escritor de sensaciones cotidianas, que utiliza la naturaleza como elemento común de sus versos. "Tengo la impresión de que los escritores nórdicos están tan condicionados por el clima y se pasan tanto tiempo resguardados del frío que reflexionan mucho sobre la vida detrás de una ventana. Además, el aislamiento de lo rural en Suecia es algo que ese país tiene muy presente", dice el editor, quien también recuerda el mal estado de salud del poeta.

La enfermedad de Tranströmer

Tranströmer sufre un grave deterioro físico desde hace años debido a una apoplejía y apenas acude a actos públicos, dada su imposibilidad de hablar ante un auditorio. Los lectores y críticos suecos saben que es ahora o nunca, porque su salud y su edad hacen temer por su vida. O le dan el Nobel este año, o quizás no lo reciba jamás y se sume a la lista de escritores excluidos, como así lo fueron Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Vladímir Nabokov, James Joyce o León Tolstói, por citar algunos insignes.

"Sería muy triste que no le dieran el Nobel. Además, hace 15 años que la Fundación no se lo concede a un poeta", menciona Diego Moreno.

El editor de Nórdica recuerda que, cuando compró los derechos para España de Tranströmer en febrero, ya existían muchos rumores en Suecia. Todos le decían: "Sí, no se puede morir sin el Premio Nobel".

Haikus para seguir escribiendo

"El cielo a medio hacer" es el poemario que los lectores españoles tienen disponible de este futurible Nobel de Literatura. Son poemas que recogen lo mejor de Tranströmer desde los "17 poemas", de 1954, hasta "Góndola fúnebre", de 1996; pero, sobre todo, su incursión en los haikus, género poético brevísimo de tres versos de siete, cinco y siete sílabas.

El poeta se ha adentrado en dicho género para expresar poco en pocas palabras, pero también por la dificultad que le supone escribir "más largo" ante su delicado estado de salud.

La concesión del Premio Nobel y todas las quinielas que rodean esta semana al galardón "son los días más duros del año para Tomas Tranströmer", según asegura a menudo Roberto Mascaró, traductor en España del escritor sueco. 

"Hay poetas que nos hacen más inteligentes, más despiertos, que nos vuelven sutiles o sentimentales o contradictorios. Tranströmer nos coloca en el mundo (…). Pero nos hace sentir fascinación por existir en él", escribe el prologuista Carlos Pardo en el libro "El cielo a medio hacer", título que podemos ver en librerías en España del Premio Nobel de Literatura 2010 (si la Academia sueca le concede el 7 de octubre tal honor a Tranströmer).

Esperaremos pues. Mientras tanto, por si acaso, digamos que Tranströmer, no sólo es su poesía, también es su biografía, incluida en modo autobiográfico junto con el poemario de "El cielo a medio hacer".

Si es Premio Nobel 2010, todos mencionaremos que Tranströmer es hijo de padre periodista y madre maestra que se divorciaron creando en el poeta un sentimiento de aislamiento. Mencionaremos también que sus estudios de psicología le llevaron a desempeñar una labor de reinserción sanitaria en centros penitenciarios y geriátricos, trabajo que compaginaba con la poesía.

Como psicólogo, Tranströmer reconstruía el mundo roto de jóvenes delincuentes y minusválidos. Como poeta, también, pero su labor literaria de reconstrucción es ya el honor de todos los suecos, suecos que desean que Tranströmer  sea, por fin, Premio Nobel de Literatura. Para que el máximo galardón de las letras, ¡cómo no!, se quede en casa. Los críticos dicen que, esta vez, no es chovinismo. Veremos si se cumple el pronóstico. 

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