Londres, 18 may.- La mayoría de los monarcas del mundo asistió hoy a una cena en el Palacio de Buckingham de Londres, invitados por el príncipe Carlos de Inglaterra, coincidiendo con las celebraciones de los 60 años en el trono de su madre, Isabel II.
La cena, en la que participaron 37 monarcas y once miembros de la familia real británica, fue organizada por el heredero al trono para agasajar a unos invitados que llegaron hasta Londres desde todos los rincones del planeta para celebrar, junto a la reina de Inglaterra, su Jubileo de Diamantes.
La soberana, de 86 años, invitó hoy a un almuerzo en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, a representantes de 21 casas reales de todo el mundo.
En la cena, a la que faltaron algunos de ellos y en la que se sirvió un soufflé de queso y lubina, estuvieron entre otros el emperador Akihito de Japón, el rey Alberto de Bélgica, Carlos Gustavo de Suecia, Abdalá de Jordania, Margarita de Dinamarca y el príncipe Alberto II de Mónaco.
La alta concentración de monarcas hoy en Londres, la mayor desde desde el Jubileo de Oro de la soberana británica en 2002, resultó controvertida por la asistencia de jefes de Estado de férreas dictaduras como el rey de Baréin, Hamad bin Jalifa al Zani, el príncipe Al Saud de Arabia Saudí y Mswati III de Suazilandia.
Un grupo de 50 personas, que incluía republicanos y representantes de grupos opositores de Baréin y Suazilandia, se manifestaron delante de las puertas del palacio donde se celebró la cena, coincidiendo con la llegada de los invitados.
El rey de Baréin, cuya presencia ha sido muy criticada por la dureza con la que su régimen ha respondido a los movimientos de protesta prodemocráticos en su país, no acudió al Palacio de Buckingham, a pesar de haber asistido al almuerzo de Isabel II.
Al príncipe Carlos, que actuaba de anfitrión, le acompañaron, además de su esposa, Camilla, sus hermanos los príncipe Andrés y Eduardo.
La ausencia más sonada en los festejos de hoy fue la de la reina Sofía de España porque el Gobierno español lo considera "poco adecuado" a causa del viaje que hará el mes próximo al Peñón de Gibraltar el príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II.
Tanto el almuerzo como la cena de hoy formaron parte de las extensas celebraciones del llamado Jubileo de Diamantes de Isabel II, que el pasado 6 de febrero cumplió 60 años en el trono, protagonizando el reinado más largo desde el de su bisabuela la reina Victoria.
Los festejos, que empezaron entonces, se alargarán hasta el primer fin de semana de junio, cuando la reina presidirá desde un adornado barco una espectacular procesión de mil embarcaciones por el río Támesis.
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