El ska balcánico de Koza Mostra consigue hacer bailar a los atenienses

  • A pesar de que en el imaginario colectivo sobre Grecia resuenan las palabras de Alan Bates a Anthony Quinn en 'Zorba el Griego' -"Enséñame a bailar"- seguidas por el inolvidable sirtaki de Mikis Theodorakis, lo cierto es que a los griegos les cuesta mover las caderas, a menos que suenen ritmos tradicionales.

Andrés Mourenza

Atenas, 22 ago.- A pesar de que en el imaginario colectivo sobre Grecia resuenan las palabras de Alan Bates a Anthony Quinn en 'Zorba el Griego' -"Enséñame a bailar"- seguidas por el inolvidable sirtaki de Mikis Theodorakis, lo cierto es que a los griegos les cuesta mover las caderas, a menos que suenen ritmos tradicionales.

En los bares y discotecas la música internacional atruena pero la concurrencia prefiere observar y ser observado, o charlar a gritos, o mover ligeramente los hombros y seguir la noche apoyado en sus mesas altas, antes que lanzarse a bailar.

Muchos grupos extranjeros se desconciertan por la dificultad que tienen para animar al público (le ocurrió recientemente a los españoles del grupo Lenacay en Atenas): los griegos, que son habitualmente melómanos, siguen la actuación atentamente... pero quietos.

Por eso tiene mérito que algún grupo de música moderna haga contonearse al público de un concierto. Algo que logró, en una actuación con motivo de los festejos de la luna llena de agosto, el quinteto Koza Mostra, representantes de Grecia en la pasada edición del festival de Eurovisión, en el que consiguieron una sexta posición nada desdeñable.

Máxime aún cuando su "Alcohol is free" era una canción en su lengua vernácula, el griego (excepto el estribillo), y su estilo una mezcla de ska, rock y folck balcánico ejecutado junto al veterano cantante de 'rembetiko' Agathonas Iakovidis, algo muy alejado de las melodías que suelen triunfar en el certamen europeo.

Koza Mostra es un grupo enérgico y variopinto -al escenario suben ataviados con la 'fustanella', la tradicional falda masculina griega- fundado en 2011 en Salónica, actualmente la segunda urbe de Grecia en número de habitantes y que, situada más cerca del corazón balcánico, goza de un pasado más multicultural que sus vecinos de Atenas (antes de la primera Guerra mundial era una ciudad en la que convivían judíos, turcos, griegos y eslavos).

Sin embargo, su éxito y el lanzamiento de su primer disco no llegaron hasta este año tras ser seleccionados en un concurso nacional como representantes griegos para el certamen de Eurovisión con una canción fiestera y humorística, "Alcohol is free", que según ellos mismos trata de la "evasión de los problemas" en una Grecia deprimida por seis años de recesión y crisis.

El estilo de Koza Mostra se acerca a esa fusión entre ritmos modernos -rock, ska, punk y también indie y electrónica- y canciones balcánicas o del Este de Europa, popularizada internacionalmente en la última década por bandas como Gogol Bordello, multiétnica aunque radicada en EE.UU., o la orquesta del DJ rumano-alemán Shantel.

Canciones eléctricas y verbeneras -en inglés, griego y serbocroata- que resulta un pecado no bailar, incluso para el habitualmente parado público ateniense.

Como el repertorio de Koza Mostra aún es escaso, las casi dos horas que pasan sobre el escenario las llenan con versiones de otros compositores de ritmos cercanos como el yugoslavo Goran Bregovic o los turcos Athena (que también llevaron su propia versión del ska a lo más alto de Eurovisión, quedando cuartos en la edición de 2004).

Pero no solo eso, los Koza Mostra también se atreven a darle su aire de ska balcánico a canciones como 'Jump Around' del grupo de hip-hop House of Pain o al 'Rasputin' de Boney M.

Y es que todos los componentes del grupo son unos virtuosos de lo suyo, exponentes según los medios culturales griegos "de los mejores músicos de la nueva generación" y que sorprendieron a los integrantes del grupo belga Hooverphonic cuando, un día antes de su concierto en Salónica, los vieron en una de sus primeras intervenciones como banda.

Organizados en torno al vocalista Ilyas Koza, del que heredó nombre el grupo, el líder de la banda ha logrado escamotear grandes instrumentistas a otros grupos de la segunda mayor ciudad de Grecia, como el baterista Alexis Arjonti, del grupo Cayetano, o el joven Jristos Kalaitzópulos, de apenas 20 años.

Este último, uno de los fundadores de otro peculiar grupo salonicense, Los Mujeros, que mezcla ritmos desde la Península Ibérica a los Balcanes, lo mismo toca el acordeón que entona rap y hip-hop.

Ilyas Koza asegura que su intención era crear una banda que se escapase "de las normas y los límites" de la actual escena musical y, efectivamente, saltándose la norma hace bailar a los griegos.

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